Eddy Kühl*
LA LEYENDA DE LA MUJER SERPIENTE
El investigador Gilberto Alvarado Montoya, en su libro, Sébaco: historia, leyenda y tradición, nos ofrece varias leyendas recopiladas en la zona que reflejan la idiosincrasia y el acervo cultural de esta población indígena, muy rica en figuras propias de la mitología aborigen, donde los animales tenían un respeto casi divino. Entre estos mitos, se encuentra la famosa leyenda de la Mujer Serpiente.
“Cuenta la leyenda, -escribe GAM- que en un antiguo pueblo aborigen, asentado a orillas del Río Viejo, existió una hermosa mujer, esposa del Cacique principal.
Se decía que esta mujer, de proceder extraño y misterioso, acostumbraba ir todos los viernes a un determinado lugar del río, llevando abundantes alimentos, aves ricamente preparadas y sabrosas bebidas. La leyenda sigue diciendo que uno de los servidores del cacique, extrañado por el comportamiento de la mujer, determinó seguirla a prudente distancia. Lo que vio ese día lo aterró tanto que echó a correr y fue a contárselo a su señor. El cacique no dijo nada a su mujer fingiendo ignorar. El siguiente viernes, la siguió confirmando lo que le dijera su servidor. Vio, según la leyenda, que sentada en una piedra junto al río, golpeaba con su mano el agua, emergiendo impetuosamente al llamado una inmensa serpiente que tenía su cueva en el mismo río.
El terrible reptil, posaba su inmensa cabeza en las bellas piernas de la mujer y una vez alimentada, serpiente y mujer se entregaban al placer sexual. El indignado esposo, mató a la infiel mujer. La enfurecida serpiente agitó las aguas del río y su corriente destruyó el milenario pueblo.
Según la leyenda, los sobrevivientes reconstruyeron su pueblo, el cual dieron por llamar Cihua Coatl, que en lengua náhualt significa Mujer Serpiente. Y desde entonces, en la antiquísima región de Sébaco se adoró como divinidad a la serpiente mujer, gran diosa de pueblos de Mesoamérica, adorada por los nahoas o nahuas.
* selvanegra@tmx.com.ni
Tomado de:
http://www.manfut.org/leyendas/mujerserpiente.html
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jueves, 10 de febrero de 2011
El pacto con la serpiente:
Actualidad de la antigua gnosis y sus perversiones modernas
Massimo Borghesi *
La Serpiente, el tentador, se presenta como libertador, como quien ensalza al hombre más allá del bien y del mal, más allá de la "ley", más allá del Dios antiguo, enemigo de la libertad. Los últimos doscientos años descubren de nuevo el principio liberador del mundo afirmado por la secta de los ofitas, principio entrevisto por la concepción sabbatista de su Mesías entregado a las serpientes: el Cristo-serpiente. Entregarse al demonio, en una singular transposición gnóstica de la idea según la cual perderse es encontrarse, es abrirse a Dios. En este "sagrado" connubio Satanás y Dios se unen en el hombre. Es "la identidad de De Sade y los místicos" deseada por Georges Bataille. El camino hacia abajo coincide con el camino hacia arriba. Ahora el Adversario es cómplice, "parte" de Dios. Es el camino para devenir dios. El escalofrío de la nada, de la bajada a los Infiernos, acompañada al descubrimiento del Ser, de Abraxas, el pleroma sin rostro que permanece, inmóvil, en el devenir del mundo.
Los ofitas: la serpiente como libertadora
Hace más de dos siglos que la cultura occidental acaricia el mal, lo adula, lo justifica. Lo negativo da vértigo, delirio de omnipotencia, emociones inconfesables; ilumina con resplandores rojizos las sendas prohibidas, los abismos de la noche, las cimas heladas. Da su color al peculiar titanismo moderno, el reto provocador que éste lanza al Eterno. Si el Fausto antiguo, el de Christopher Marlowe, se arrepiente en trance de muerte, el Fausto posterior vive del ultraje, anhela la disolución. El pacto con la serpiente como titula Mario Praz uno de sus últimos libros [1], se convierte en un pacto estable. La Serpiente, el tentador, se presenta como libertador; como aquel que ensalza al hombre más allá del bien y del mal, más allá de la "ley", más allá del Dios antiguo, enemigo de la libertad. Los últimos doscientos años descubren de nuevo "el principio liberador del mundo (afirmado) por la secta de los ofitas" [2], principio entrevisto, según Gershom Scholem, por la concepción sabbatista con su Mesías entregado a las "serpientes". [3] Principio reafirmado por Ernst Bloch en su libro Ateísmo en el cristianismo, donde el Cristo-Serpiente libra al mundo de la tiranía de Yahvé [4].
También Goethe, según Vittorio Mathieu, "había oído hablar de la secta de los ofitas" [5]. En Goethe y su diablo custodio Mathieu observa que en el Fausto Mefistófeles es la "fuerza que hace surgir de la tiniebla lo positivo del hombre" [6].
Como afirma Dios, dirigiéndose a Mefistófeles en el Prólogo en el Cielo, "sólo tienes que mostrarte, libremente, por lo que eres; no he odiado nunca a tus semejantes; de todos los espíritus que niegan, el burlón es el que menos me molesta. La actividad del hombre se relaja demasiado fácilmente y el hombre se abandonaría con placer en un descanso absoluto. Por eso me gusta poner a su lado un compañero que lo estimule, y actúe, y debe, como el Diablo, crear" [7]. Dios pone de buena gana ("gern") al Diablo como colaborador del hombre. Como señalaba Mircea Eliade, se podría hablar de una simpatía orgánica entre el Creador y Mefistófeles. [8] Goethe hace de Mefistófeles, del mal, el muelle que mueve hacia la acción ("Tat"), hacia lo que es positivo. Se trata de esa idea, que va a tener mucho éxito, según la cual el camino hacia el Cielo pasa por el infierno. El hombre se hace hombre, vivo, inteligente, libre, sólo saboreando a fondo lo amargo de la vida. La inocencia del "alma buena" es, por lo contrario, inercia, parálisis, muerte.
Con su dialéctica de lo negativo, Hegel le dará a esta idea una suntuosa envoltura teórica. El hombre debe pecar, debe salir de la inocencia natural para devenir Dios. Debe realizar la promesa de la Serpiente: debe conocer, como Dios, el bien y el mal. Este conocimiento "es el origen de la enfermedad, pero también la fuente de la salud, es la copa envenenada en la que el hombre bebe la muerte y la putrefacción, y al mismo tiempo el punto manantío de la reconciliación, porque mostrarse como malo es en sí la superación del mal". [9] Mediante esta perspectiva la figura del Ángel rebelde, de aquel que, provocando al hombre, lo eleva a su libertad, brilla con un esplendor nuevo. Mefistófeles se convierte poco a poco en el héroe, el Prometeo moderno, el libertador. "Sin buscar, por el momento, las causas profundas", escribìa Roger Caillois en 1937 "hay que constatar que uno de los fenómenos psicológicos de principios del siglo XIX más cargados de consecuencias es el nacimiento y la difusión del satanismo poético, el hecho de que el escritor adopte voluntariamente la parte del Ángel del mal y sienta con él afinidades concretas. Bajo esta luz el romanticismo se presenta en parte como una transmutación del valor" [10].
Desde Lord Byron a Vigny la "mitología satánica" elabora la figura de un "Ángel del mal", rebelde y vengador, cuyas premisas se remontan en el tiempo.
Satanás contra Dios
Justamente Mario Praz, en La carne, la muerte y el diablo en la literatura romántica, la obra hasta hoy más interesante sobre el encanto demoníaco en la literatura del siglo XIX, señala el comienzo de ese proceso en la peculiar caracterización de Satanás que John Milton nos da en su Paraíso perdido. "Fue Milton quien le dio a la figura de Satanás el encanto del rebelde indómito que pertenecía al Prometeo de Esquilo y al Capaneo dantesco" [11]. El adversario "se vuelve extrañamente hermoso" [12]. Como escribía Charles Baudelaire: « Le plus parfait type de Beauté virile est Satan –à la manière de Milton ». [13] Frente a él, observa Harold Bloom, "el Dios de Milton es una catástrofe", al igual que el Cristo, que "es un desastre poético en el Paraíso perdido" [14]. Para William Blake "Milton se sentía incómodo escribiendo de Dios y de los Ángeles, y a su gusto escribiendo de los Demonios y del infierno, porque era un verdadero poeta, estaba de la parte del Demonio sin saberlo" [15]. Comparte la misma opinión Shelley, según el cual "Nada puede superar la energía y el esplendor del carácter de Satanás como se expresa en el Paraíso perdido (…). El demonio de Milton como ser moral es muy superior a su Dios." [16]
Impávido, indómito, el príncipe de las tinieblas aparece como el denodado luchador contra la tiranía divina. Satanás es Prometeo, toma el puesto del mítico titán encadenado por Zeus a la roca, inmortalizado por Esquilo. El Prometeo moderno se opone al dios hostil, malvado. El diabólico Satanás aparece mejor que el Creador: "Milton da abiertamente a Satanás una actitud gnóstica, según la cual Dios y Cristo son solamente una versión del Demiurgo". [17] El verdadero afirmativo es el demonio. Es él, y no el ángel obediente, el que aparece, ética y estéticamente, dotado de un encanto mayor. Como afirma Hegel: "Cuando se presenta al Diablo hay que demostrar que existe en él un afirmativo; la fuerza de su carácter, su energía, su espíritu consecuente parece mucho mejor, más afirmativo que el de cualquier ángel… Cómo en Milton", añade Hegel, "donde el Diablo, con su energía plena de carácter, es mejor que algunos ángeles." [18]
Gracias a Milton, a su elaboración mítica, Satanás entra en el imaginario moderno. Con esto tenemos lo que Praz llama, en un capítulo de su libro la "metamorfosis de Satanás"; su evolución de figura negativa a héroe positivo: el rebelde triste, privado, como el hombre, de su felicidad paradisiaca por un dios tirano. En su estudio, Praz documenta con gran maestría autores y corrientes que hacen suya la mitología satánica. Si en el siglo XVIII "el Satanás de Milton transpasó su encanto siniestro al tipo tradicional del bandido generoso, del sublime delincuente" [19], en el siglo XIX, en el periodo romántico, es cuando se convierte en el rebelde, en la expresión de la rebelión metafísica, del "no" a la creación. Fue Byron "el que llevó a la perfección el tipo rebelde, lejano descendiente del Satanás de Milton". [20] Con él el rebelde se convierte en el "extranjero", el hombre impenetrable que transciende el modo común de sentir, que trasciende sus mismos delitos. Es el ultra-hombre que está por encima y al mismo tiempo por debajo de los demás hombres. Es el infeliz que se alimenta de resentimiento contra un dios cruel cuya crueldad imita. Le teología de Byron es, según Praz, la misma que la de el Marqués De Sade, cuya obra, según el autor, tiene una influencia fundamental en la literatura romántica. El núcleo de esta teología es el odio contra la creación y su autor, la exaltación del placer y del crimen como escarnio, profanación, ultraje. Según Praz, es un "satanismo cósmico" [21]. Su influjo es enorme. Si la naturaleza crea sólo para destruir, secundar a la naturaleza es repetir su ritmo, el placer de la destrucción, el gusto (sádico) que hace surgir el placer del dolor, el delirio de la aniquilación, lo divino de lo diabólico. Es la pintura de Delacroix. "Ese pintor "caníbal", con el gusto por el sacrificio humano y el dolor que fue Delacroix, incansablemente curioso de matanzas, incendios, rapiñas y pudrideros, ilustrador de las escenas más tenebrosas del Fausto y de los poemas más satánicos de su idolatrado Byron; ese enamorado de lo felino […] y de los países violentos y calurosos" [22]. Es la poesía de Baudelaire, llena de Edgar Allan Poe y de De Sade, cuyo pesimismo cósmico es más semejante a la herejía maniquea que a la religión cristiana: "Absolu! Résultante des contraríes! Ormuz et Arimane, vous êtes le même!" [23] Es la narrativa de Gustav Flaubert, para quien « Nerón vivra aussi longtemps que Vespasien, Satan que Jésus-Christ » [24]. De los Cantos de Maldoror de Lautréamont, que confiesa que ha "cantado el mal como lo hicieron Mickiewicz, Byron, Milton, Southey, A. de Musset, Baudelaire" [25]. De Swinburne, que embrujado por la teología gnóstica de De Sade, declama su hombre rebelde: " … si pudiéramos obstaculizar a la naturaleza, entonces sí que el delito sería perfecto y el pecado una realidad. Si el hombre pudiera hacerlo, si pudiera impedir el curso de las estrellas y alterar el tiempo de las mareas; si pudiera cambiar los movimientos del mundo y hallar la sede de la vida y destruirla; si puediera entrar en el cielo y contaminarlo, en el infierno y liberarlo de la sumisión; si pudiera bajar el sol y consumir la tierra, y ordenar a la luna que derrame veneno o fuego en el aire; si puediera matar el fruto de la semilla y corroer la boca del párvulo con la leche de su madre; entonces podríamos decir que hemos pecado y que hemos ido contra la naturaleza." [26]
Destrucción y profanación: es el mayor placer. Una corriente consistente de la literatura, a partir de la novela libertina del siglo XVIII, goza con la profanación. La violación apasionada como transgresión, ultraje. El cuerpo, el de la mujer, cuanto más inerme (niña, virgen, monja) más se convierte en el objeto de deseo. Profanarlo es quitarle trascendencia, devolverlo a la tierra, revelar el rostro oscuro de Eva, el eterno femenino desde siempre ligado al poder de Satanás. Lo demoníaco mezcla lo puro y lo impuro, necesita la inocencia para exitar las pasiones, para despertar la fuerza explosiva de lo negativo. Con De Sade lo erótico entra a formar parte de una teología gnóstica. Después de él la unión entre Eros y Tánatos, amor y muerte, se convierte en el elemento dominante de un nihilismo demoníaco que encuentra su plenitud primero en el Decandetismo y luego en el Surrealismo.
Satanás en Dios
Satanás no está sólo en Prometeo, doble del Ángel caído de Milton. Satanás está también en Dios. La teología gnóstica que representa el núcleo del ateísmo rebelde de los últimos dos siglos distingue entre Lucifer (el libertador) y Satanás (el opresor). Halla su forma ejemplar en el pensamiento de Ernst Bloch. Para Bloch está "por un lado, el Dios del mundo que se identifica cada vez más claramente con Satanás, el Enemigo, la parálisis: por el otro, el Dios de la futura ascensión al cielo, el Dios que nos empuja hacia delante con Jesús y con Lucifer". [27] El dios del mundo, creador, es el malvado demiurgo contra el que se levantó en el Edén la Serpiente, la verdadera amiga del hombre. Es Lucifer, con su deseo de ser como Dios, quien revela al hombre su destino. "Sólo en Lucifer, mantenido secreto en Jesús para ser manifestado más tarde, al final, en los tiempos en que este rostro podrá revelarse; sólo en Lucifer, que se ha vuelto inquieto desde que fue abandonado por segunda vez, desde que en la cruz se levantó el grito que no tuvo respuesta, desde que por segunda vez fue aplastada la cabeza de la serpiente del paraíso colgada en la cruz: sólo en Él, pues, en el que está Escondido en Cristo, en cuanto anti-demiúrgico absoluto, está comprendido también el auténtico elemento teúrgico de quien se rebela por ser hijo del hombre". [28]
La Serpiente, como para la secta de los ofitas recordada por Bloch en su libro Ateísmo en el cristianismo, es, por tanto, el libertador. Dos veces subyugada en el Edén y en el Cristo colgado de la cruz, como la Serpiente de bronce de Moisés espera su revancha, su victoria sobre el Demiurgo que abre la "edad del Espíritu". Uniendo a Marción con Joaquín de Fiore, Bloch es la encrucijada de toda gnosis moderna. Jesús, anticipación del dios que ha de venir, el dios "humano", es el redentor del dios "satánico", del dios del cosmos, del orden y de la ley. La revolución, como disolución del viejo orden, se convierte aquí en la obra de Lucifer por excelencia.
Como ilustre precedente de sus reflexiones, Bloch cita en Ateísmo en el cristianismo la figura de William Blake. El poeta inglés, fascinado por la revolución americana y por la francesa, tuvo, además de la Biblia, cuatro maestros: Milton, Shakespeare, Paracelso y Böhme. Al primero le dedicó un breve poema épico, Milton, compuesto probablemente entre 1800 y 1803. En dicho poema, Urizen, el Príncipe de la Luz, es idéntico a Satanás. Lo peculiar en Blake en su The Marriage of Heaven and Hell (El matrimonio del Cielo y el Infierno) escrito en 1790. Aquí la santificación de los impulsos y los deseos in primis el sexual, "for eveything that lives is Holy" (porque todo lo que vive es sagrado), recibe su consagración teórica. Ya no existe el mal que niega el bien: mal y bien son necesarios. "Sin Contrarios no hay progreso. Atracción y Rechazo, Razón y Energía, Amor y Odio son necesarios para la existencia humana. De estos contrarios nace lo que el hombre religioso llama Bien y Mal. Bien es la pasividad que obedece a la Razón. Mal es la actividad que nace de Energía. Bien es el Cielo, Mal es el infierno". [29]
El mal, como en el Fausto de Goethe, es lo que da energía, lo que despierta al bien dormido. El Diablo es la fuerza de Dios. En esta concepción, Blake es deudor de Jacob Böhme, el primero que, en el pensamiento moderno, se había atrevido a afirmar el mal en Dios. El philosophus teutonicus, que según Hegel "fue el primero que hizo surgir en Alemania una filosofía con características propias", [30] estimado por Leibniz, Hegel, Shelling, Von Baader y toda la corriente teosófica del pensamiento moderno, afirmaba que "según el primer principio Dios no se llama Dios, sino Cólera, Furia, fuente amarga, y de aquí viene el mal, el dolor, el temblor y el fuego devorador". [31] La ira de Dios se supera en el amor, pese a ello sigue siendo el Urgrund, el principio original del que nace el todo. Böhme, según Hegel, "ha luchado para entender en Dios y desde Dios lo negativo, el mal, el Diablo". [32]
Dios es la unidad de los contrarios, de la ira y del amor, del mal y del bien, del Diablo y de su contrario, el Hijo. En esta posición Cristo y Satanás son, de alguna manera, hermanos, hijos de un único Padre, partes de Él, momentos de su naturaleza polar. Es lo que afirma Carl Gustav Jung en su esotérico Septem Sermones ad Mortuos escrito en 1916, que circuló como opúsculo para los amigos y nunca fue distribuido en librerías. El texto, que idealmente se remonta al gnóstico Basílides, afirma la naturaleza de "pleroma" de Dios compuesta por parejas de opuestos de las que "Dios y demonio son las primeras manifestaciones". [33] Estos se distinguen como generación y corrupción, vida y muerte. Y, sin embargo, "la efectividad es común a ambos. La efectividad los une. Por tanto, la efectividad está por encima de ellos, y es un Dios por encima de Dios, ya que en efecto une plenitud y vacío". Jung llama Abraxas a este Dios que une a Dios y al Diablo. Es la fuerza original que está antes de cualquier distinción. "Abraxas genera verdad y mentira, bien y mal, luz y tiniebla, en la misma palabra y en el mismo acto. Por eso Abraxas es terrible". Es el "amor y su asesino", "el santo y su traidor", es "el mundo, su devenir y su pasar. El demonio lanza su maldición contra todos los dones del Dios sol". El mensaje esotérico de los Siete sermones llevaba, como en Blake, a la santificación de la naturaleza, a la inocencia del devenir. Comportaba, por sí mismo, la justificación del mal, del Diablo, y al igual que en Böhme, entraba a formar parte de un sistema polar. Por eso Martin Buber, que llegó a conocer el opúsculo, habló de gnosis. "Ésta –y no el ateísmo, que anula a Dios porque debe rechazar las imágenes que se han hecho de él hasta ahora- es la verdadera antagonista de la realidad de la fe". [34]
Para Buber, la psicología de Jung no era más que "la continuación del motivo carpocraciano, enseñado ahora como psicoterapia, el cual diviniza místicamente los instintos en vez de santificarlos en la fe."
La crítica de Buber no era puramente conjetural. El mismo Jung había hablado, en Psicología y religión, de la actualidad del gnóstico Carpócrates, que sostenía que bien y mal son solamente opiniones humanas y que, al contrario, las almas, antes de su partida, tenían que vivir hasta lo último toda la experiencia humana si querían evitar volver a la prisión del cuerpo. Solamente la realización total de todas las exigencias de la vida puede rescatar al alma prisionera en el mundo somático del Demiurgo. La vida, afirmaba en el Ensayo de interpretación psicológica del dogma de la Trinidad, como proceso energético necesita los contrastes, sin estos la energía es notoriamente imposible. Bien y mal no son más que aspectos éticos de estas antítesis naturales. Por eso a Dios le hace falta Lucifer. Sin éste no habría creación, y mucho menos una historia de la Redención. La sombra y el contraste son las condiciones necesarias de toda realización. Esta sombra está ante todo en Dios, en el Dios primigenio, en el Inconsciente que, para Jung, es la verdadera potencia que dirige la vida que debe ser "humanizada" por el yo consciente. Solamente en el Dios humano, Cristo, el juicio separa lo que en el pleroma (el inconsciente) está unido: la luz y su sombra. Ahora los "dos hijos de Dios, Satanás el mayor y Cristo el menor", la mano izquierda y la mano derecha de Dios, se separan. "Esta antítesis representa un conflicto llevado al extremo, y con ello también una tarea secular para la humanidad hasta ese momento o cambio del tiempo en que bien y mal empiezan a relativizarse, a ponerse en entredicho, y se levanta el grito hacia un más allá del bien y del mal. Pero en la edad cristiana, es decir, en el reino del pensamiento trinitario, semejante reflexión queda excluida; porque el conflicto es demasiado violento para que se le pueda conceder al mal otra relación lógica con la Trinidad que no sea la contraposición absoluta". [35]
Es necesario que la Trinidad divina, espiritual, se concilie con un "cuarto" principio: materia, el cuerpo, lo femenino, el eros, el mal, para que el idealismo cristiano, conciliado con el mundo, alcance una unidad superior. "Por eso, incluso en el tiempo de la fe absoluta en la Trinidad, hubo siempre una búsqueda del cuarto perdido, desde los neopitagóricos hasta el Fausto de Goethe. Si bien quienes buscaban se consideraban cristianos, eran, sin embargo, una especie de cristianos a latere, ya que consagraban su vida a un opus, que tenía por meta la redención del serpens quadricornutus, del anima mundi enredada en la materia, del Lucifer caído…Nuestra fórmula de la cuaternidad explica su pretensión, porque el Espíritu Santo, como síntesis de aquel que originalmente fue Uno y luego se dividió, fluye de una fuente luminosa y de otra oscura". [36] La "edad del Espíritu", en la peculiar interpretación que Jung hace de Joaquín de Fiore, es la era que sigue al eón cristiano, el tiempo de Abraxas en el que pasiones y razón, subconsciente y consciente, mal y bien, Lucifer y Cristo, se convierte en uno.
En 1919 Hermann Hese, que en 1920 se sometió a análisis con Jung, publicó su novela Demian, con el pseudónimo de Emil Sinclair. El protagonista, un joven inexperto, es instruido sobre el sentido de la vida por un "espíritu libre" que lleva en sí la marca de Caín: Demian. Para Demian "el Dios del Antiguo y del Nuevo Testamento es una figura excelente, pero no es la que debería ser. Es el bien, la nobleza, el padre, lo alto, lo bello, lo sentimental, pero el mundo está hecho también de otras cosas. Y estas cosas se atribuyen simplemente al Diablo, y toda esta parte del mundo, esta mitad es suprimida y muerta con el silencio". [37]
A esta pertenece, según Demian, la esfera sexual. Por eso no se puede venerar solamente a Dios, "hemos de venerar todo y considerar sacro el mundo entero, no solamente a esa mitad oficial, separada a propósito. Al lado del servicio para Dios deberíamos tener también un servicio para el Diablo. Me parecería justo. O tendríamos que conseguir un Dios que englobe también al demonio" [38]. Como en Jung este "Dios se llama Abraxas y es Dios y Satanás y engloba en sí al mundo luminoso y al mundo oscuro". Es el amor sagrado y el amor profano, "la imagen angélica y Satanás, hombre y mujer juntos, hombre y bestia, supremo bien y mal extremo".
La visión de lo divino como coincidencia oppositorum, versión que cierra de forma indisoluble el "pacto con la Serpiente", atraviesa, de ese modo, una parte notable del mundo cultural del siglo XX. Recordemos, además, la reflexión de Mircea Eliade que en dos escritos, Il mito della reintegrazione (1942) y Mefistófeles y el Andrógino (1962), expone, bajo las sugestiones de Jung, su visión de la "polaridad divina". Según esta visión, toda divinidad es polar, benéfica y maléfica al mismo tiempo. La Serpiente es hermana del Sol, así como, según un mito gnóstico, Cristo y Satanás son hermanos. Esta bi-unidad divina prepara en el hombre la reintegración de sagrado y profano, de bien y de mal en una unidad superior que encuentra, para Eliade, su meta simbólica en la figura del andrógino.
Conclusión
La moderna teosofía de los contrarios, fundada en la doctrina hermética de la coincidencia oppositurum, lleva a un connubio, inquietante, entre divino y diabólico, lleva a la idea del Diablo en Dios. "En todas partes –escribía Romano Guardini en 1964- es vigente la idea fundamental gnóstica de que las contradicciones son polaridades: Goethe, Gide, C.G. Jung, Thomas Mann, H. Hesse… Todos ven el mal, lo negativo […] como elementos dialécticos en la totalidad de la vida, de la naturaleza". [39]
Para Guardini, esta actitud se "manifiesta ya en todo lo que se llama gnosis, en la alquimia, en la teosofía. Se presenta de forma programática con Goethe, para quien lo satánico entra incluso en Dios, el mal es la fuerza originaria del universo tan necesaria como el bien; la muerte es sólo otro elemento de este todo, cuyo polo opuesto se llama vida. Esta opinión ha sido proclamada en todas sus formas y fue concretada en el campo terapéutico por C.G. Jung". [40]
La idea de fondo es que la redención pasa a través de la degradación, la gracia mediante el pecado, la vida a través de la muerte, el placer mediante el dolor, el éxtasis por obra de la perversión, lo divino mediante lo diabólico. El encanto que lo negativo –metáfora de lo demoníaco- ejerce sobre la cultura contemporánea depende de esta singular idea: que los caminos del paraíso pasen por el infierno, que "Bajada al Hades y resurrección" son uno (Ellémire Zolla) [41]
Entregarse al demonio, en una singular transposición gnóstica de la idea según la cual perderse es encontrarse, es abrirse a Dios. En este "sagrado" connubio Satanás y Dios se unen en el hombre. Es "la identidad de De Sade y los místicos" [42] deseada por Georges Bataille. El camino hacia abajo coincide con el camino hacia arriba. Fausto, ahora, ya no puede arrepentirse, ni siquiera en trance de muerte. Ahora el Adversario es cómplice, "parte" de Dios. Es el camino para devenir dios. El escalofrío de la nada, de la bajada a los Infiernos, acompañada al descubrimiento del Ser, de Abraxas, el pleroma sin rostro que permanece, inmóvil, en el devenir del mundo.
* Dr. en Filosofía. Catedrático de Filosofía de la Religión en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Perugia (Italia), Así mismo, imparte clases de Estética, Ética y Teología filosófica en la Pontificia Facultad Teológica “S. Buenaventura”, recientemente ha tomado la cátedra “filosofía y cristianismo” en el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum. Entre sus obras publicadas destacan: La figura di Cristo in Hegel, (1983), Romano Guardini. Dialettica e antropología (1990), L´etá dello Spirito in Hegel. Dal Vangelo “storico” al Vangelo “eterno” (1995), Posmodernidad y cristianismo. ¿Una radical mutación antropológica? (1997), y recientemente, Memoria, evento, educazione (2000). Colaborador de las revistas 30Días, Il Nuovo Areopago, COMMUNIO. Revista Católica Internacional de Teología
Notas
[1] M. Praz, Il patto col serpente, Milán, 1972 (ed. 1995)
[2] Op.cit., p.12
[3] G. Scholem, Major Trends in Jewish Mysticism, Jerusalén, 1941, p. 307 (Trad. esp., Las grandes tendencias de la mística judía, Fondo de Cultura Económica, México, 1996.)
[4] Ateísmo en el cristianismo
[5] V. Mathieu, Goethe e il suo diavolo custode, Milán, 2002, p.4
[6] Op. cit, p. 65.
[7] W.Goethe, Faust e Urfaust, tr. it, 2 vols., Milán, 1976, vol. I, vv. 340-343, p. 19.
[8] M. Eliade, Il mito della reintegrazione, tr.it., Milán, 2002, p.4.
[9] G.W.F. Hegel, Lezioni sulla filosofia della religione, tr. It., 2 vols., Milán, 1974, vol. II, p. 317.
[10] R. Caillois, Nasita di Lucifero, tr. it., Milán, 2002, p. 31.
[11] M. Praz, La carne, la morte e il diavolo nella letteratura romantica, Florencia, 1999, p. 58.
[12] Ibid.
[13] C. Baudelaire, Journaux intimes, cit., en M. Praz, La carne, la morte e il diavolo nella letteratura romantica, p. 55.
[14] H. Bloom, Rovinare le sacre veritá. Poesia e fede dalla Biblia a oggi, tr., it., Milán, 1992, p. 106.
[15] W. Blake, Il matrimonio del Cielo e dell´Inferno, tr.,it., en Selected Poems of William Blake, Turín, 1999, pp. 24-25.
[16] P. B. Shelley, Difensa della Poesia, cit., en M. Praz, La carne, la morte e il diavolo nella letteratura romantica, p. 59.
[17] H. Bloom, Rovinare le sacre veritá. Poesia e fede dalla Biblia a oggi, op.cit, p. 105.
[18] G.W.F. Hegel, Lezioni sulla filosofia della religione, op.cit., vol. II, pp. 315-316 y 324, nota.
[19] M. Praz, La carne, la morte e il diavolo nella letteratura romantica, op.cit., pp. 59-60.
[20] Op.cit., p. 64.
[21] Op.cit., p. 95.
[22] Op.cit., p. 135.
[23] Citado en op.cit., p. 147.
[24] Citado en op.cit., p. 161.
[25] Lautréamont, Lettere, tr. it, en: Lautréamont, I canti di Maldoror, Turín, 1989, p.531.
[26] Citado en: M. Praz, la carne, la morte e il diavolo nella letteratura romantica, op.cit., p. 199.
[27] E. Bloch, Spirito dell´utopia, tr.it.,, Florencia, 1980, p. 314.
[28] Op.cit, p. 252.
[29] W. Blake, Il matrimonio del Cielo e dell´Inferno, op.cit., pp. 19-20.
[30] G.W.F. Hegel, Lezioni sulla storia della filosofia, op.cit., vol. III(2), p. 35.
[31] Citado en: F. Cuniberto, Jacob Böhme, Brescia, 2000, p.119.
[32] G.W.F. Hegel, Lezioni sulla storia della filosofia, op.cit., vol. III(2), p. 42.
[33] C.G.Jung, Septem Sermones ad Mortuos, tr. It., en: Ricordi, sogni, riflessioni di C. G. Jung, Milán, 1990, p. 454.
[34] M. Buber, L´eclissi di Dio, tr. it., Milán, 1983, p.139.
[35] C.G. Jung, Saggio d´ interpretazione psicologica del dogma della Trinitá, op.cit., p. 171.
[36] Op.cit., p. 174.
[37] H. Hesse, Demian. Storia della giovinezza di Emil Sinclair, tr. it, en: H. Hesse, Peter Camenzind-Demian. Due romanza della giovinezza, Roma, 1993, p. 185.
[38] Op.cit., p. 185, Subrayado nuestro.
[39] R. Guardini, Diario. Appunti e testi dal 1942 al 1964, tr.it., Milán, 1979, p. 63.
[40] R. Guardini, Lettere teologiche ad un amico, tr.it., Brescia, 1983, p. 245.
[41] E.Zolla, Discesa all´Ade e resurrezione, Milán, 1979, p.63.
[42] G. Bataille, Frammenti su William Blake, tr. It., en: Select poems of William Blake, op.cit., p. 163.
Fuente: Revista Internacional 30Días en la Iglesia y en el mundo, Año XXI, No. 2, 2003. pp. 52-58.
Remitido por Sergio Rubio Maldonado
Tomado de:
http://www.mercaba.org/ARTICULOS/pacto_con_la_serpiente.htm
Massimo Borghesi *
La Serpiente, el tentador, se presenta como libertador, como quien ensalza al hombre más allá del bien y del mal, más allá de la "ley", más allá del Dios antiguo, enemigo de la libertad. Los últimos doscientos años descubren de nuevo el principio liberador del mundo afirmado por la secta de los ofitas, principio entrevisto por la concepción sabbatista de su Mesías entregado a las serpientes: el Cristo-serpiente. Entregarse al demonio, en una singular transposición gnóstica de la idea según la cual perderse es encontrarse, es abrirse a Dios. En este "sagrado" connubio Satanás y Dios se unen en el hombre. Es "la identidad de De Sade y los místicos" deseada por Georges Bataille. El camino hacia abajo coincide con el camino hacia arriba. Ahora el Adversario es cómplice, "parte" de Dios. Es el camino para devenir dios. El escalofrío de la nada, de la bajada a los Infiernos, acompañada al descubrimiento del Ser, de Abraxas, el pleroma sin rostro que permanece, inmóvil, en el devenir del mundo.
Los ofitas: la serpiente como libertadora
Hace más de dos siglos que la cultura occidental acaricia el mal, lo adula, lo justifica. Lo negativo da vértigo, delirio de omnipotencia, emociones inconfesables; ilumina con resplandores rojizos las sendas prohibidas, los abismos de la noche, las cimas heladas. Da su color al peculiar titanismo moderno, el reto provocador que éste lanza al Eterno. Si el Fausto antiguo, el de Christopher Marlowe, se arrepiente en trance de muerte, el Fausto posterior vive del ultraje, anhela la disolución. El pacto con la serpiente como titula Mario Praz uno de sus últimos libros [1], se convierte en un pacto estable. La Serpiente, el tentador, se presenta como libertador; como aquel que ensalza al hombre más allá del bien y del mal, más allá de la "ley", más allá del Dios antiguo, enemigo de la libertad. Los últimos doscientos años descubren de nuevo "el principio liberador del mundo (afirmado) por la secta de los ofitas" [2], principio entrevisto, según Gershom Scholem, por la concepción sabbatista con su Mesías entregado a las "serpientes". [3] Principio reafirmado por Ernst Bloch en su libro Ateísmo en el cristianismo, donde el Cristo-Serpiente libra al mundo de la tiranía de Yahvé [4].
También Goethe, según Vittorio Mathieu, "había oído hablar de la secta de los ofitas" [5]. En Goethe y su diablo custodio Mathieu observa que en el Fausto Mefistófeles es la "fuerza que hace surgir de la tiniebla lo positivo del hombre" [6].
Como afirma Dios, dirigiéndose a Mefistófeles en el Prólogo en el Cielo, "sólo tienes que mostrarte, libremente, por lo que eres; no he odiado nunca a tus semejantes; de todos los espíritus que niegan, el burlón es el que menos me molesta. La actividad del hombre se relaja demasiado fácilmente y el hombre se abandonaría con placer en un descanso absoluto. Por eso me gusta poner a su lado un compañero que lo estimule, y actúe, y debe, como el Diablo, crear" [7]. Dios pone de buena gana ("gern") al Diablo como colaborador del hombre. Como señalaba Mircea Eliade, se podría hablar de una simpatía orgánica entre el Creador y Mefistófeles. [8] Goethe hace de Mefistófeles, del mal, el muelle que mueve hacia la acción ("Tat"), hacia lo que es positivo. Se trata de esa idea, que va a tener mucho éxito, según la cual el camino hacia el Cielo pasa por el infierno. El hombre se hace hombre, vivo, inteligente, libre, sólo saboreando a fondo lo amargo de la vida. La inocencia del "alma buena" es, por lo contrario, inercia, parálisis, muerte.
Con su dialéctica de lo negativo, Hegel le dará a esta idea una suntuosa envoltura teórica. El hombre debe pecar, debe salir de la inocencia natural para devenir Dios. Debe realizar la promesa de la Serpiente: debe conocer, como Dios, el bien y el mal. Este conocimiento "es el origen de la enfermedad, pero también la fuente de la salud, es la copa envenenada en la que el hombre bebe la muerte y la putrefacción, y al mismo tiempo el punto manantío de la reconciliación, porque mostrarse como malo es en sí la superación del mal". [9] Mediante esta perspectiva la figura del Ángel rebelde, de aquel que, provocando al hombre, lo eleva a su libertad, brilla con un esplendor nuevo. Mefistófeles se convierte poco a poco en el héroe, el Prometeo moderno, el libertador. "Sin buscar, por el momento, las causas profundas", escribìa Roger Caillois en 1937 "hay que constatar que uno de los fenómenos psicológicos de principios del siglo XIX más cargados de consecuencias es el nacimiento y la difusión del satanismo poético, el hecho de que el escritor adopte voluntariamente la parte del Ángel del mal y sienta con él afinidades concretas. Bajo esta luz el romanticismo se presenta en parte como una transmutación del valor" [10].
Desde Lord Byron a Vigny la "mitología satánica" elabora la figura de un "Ángel del mal", rebelde y vengador, cuyas premisas se remontan en el tiempo.
Satanás contra Dios
Justamente Mario Praz, en La carne, la muerte y el diablo en la literatura romántica, la obra hasta hoy más interesante sobre el encanto demoníaco en la literatura del siglo XIX, señala el comienzo de ese proceso en la peculiar caracterización de Satanás que John Milton nos da en su Paraíso perdido. "Fue Milton quien le dio a la figura de Satanás el encanto del rebelde indómito que pertenecía al Prometeo de Esquilo y al Capaneo dantesco" [11]. El adversario "se vuelve extrañamente hermoso" [12]. Como escribía Charles Baudelaire: « Le plus parfait type de Beauté virile est Satan –à la manière de Milton ». [13] Frente a él, observa Harold Bloom, "el Dios de Milton es una catástrofe", al igual que el Cristo, que "es un desastre poético en el Paraíso perdido" [14]. Para William Blake "Milton se sentía incómodo escribiendo de Dios y de los Ángeles, y a su gusto escribiendo de los Demonios y del infierno, porque era un verdadero poeta, estaba de la parte del Demonio sin saberlo" [15]. Comparte la misma opinión Shelley, según el cual "Nada puede superar la energía y el esplendor del carácter de Satanás como se expresa en el Paraíso perdido (…). El demonio de Milton como ser moral es muy superior a su Dios." [16]
Impávido, indómito, el príncipe de las tinieblas aparece como el denodado luchador contra la tiranía divina. Satanás es Prometeo, toma el puesto del mítico titán encadenado por Zeus a la roca, inmortalizado por Esquilo. El Prometeo moderno se opone al dios hostil, malvado. El diabólico Satanás aparece mejor que el Creador: "Milton da abiertamente a Satanás una actitud gnóstica, según la cual Dios y Cristo son solamente una versión del Demiurgo". [17] El verdadero afirmativo es el demonio. Es él, y no el ángel obediente, el que aparece, ética y estéticamente, dotado de un encanto mayor. Como afirma Hegel: "Cuando se presenta al Diablo hay que demostrar que existe en él un afirmativo; la fuerza de su carácter, su energía, su espíritu consecuente parece mucho mejor, más afirmativo que el de cualquier ángel… Cómo en Milton", añade Hegel, "donde el Diablo, con su energía plena de carácter, es mejor que algunos ángeles." [18]
Gracias a Milton, a su elaboración mítica, Satanás entra en el imaginario moderno. Con esto tenemos lo que Praz llama, en un capítulo de su libro la "metamorfosis de Satanás"; su evolución de figura negativa a héroe positivo: el rebelde triste, privado, como el hombre, de su felicidad paradisiaca por un dios tirano. En su estudio, Praz documenta con gran maestría autores y corrientes que hacen suya la mitología satánica. Si en el siglo XVIII "el Satanás de Milton transpasó su encanto siniestro al tipo tradicional del bandido generoso, del sublime delincuente" [19], en el siglo XIX, en el periodo romántico, es cuando se convierte en el rebelde, en la expresión de la rebelión metafísica, del "no" a la creación. Fue Byron "el que llevó a la perfección el tipo rebelde, lejano descendiente del Satanás de Milton". [20] Con él el rebelde se convierte en el "extranjero", el hombre impenetrable que transciende el modo común de sentir, que trasciende sus mismos delitos. Es el ultra-hombre que está por encima y al mismo tiempo por debajo de los demás hombres. Es el infeliz que se alimenta de resentimiento contra un dios cruel cuya crueldad imita. Le teología de Byron es, según Praz, la misma que la de el Marqués De Sade, cuya obra, según el autor, tiene una influencia fundamental en la literatura romántica. El núcleo de esta teología es el odio contra la creación y su autor, la exaltación del placer y del crimen como escarnio, profanación, ultraje. Según Praz, es un "satanismo cósmico" [21]. Su influjo es enorme. Si la naturaleza crea sólo para destruir, secundar a la naturaleza es repetir su ritmo, el placer de la destrucción, el gusto (sádico) que hace surgir el placer del dolor, el delirio de la aniquilación, lo divino de lo diabólico. Es la pintura de Delacroix. "Ese pintor "caníbal", con el gusto por el sacrificio humano y el dolor que fue Delacroix, incansablemente curioso de matanzas, incendios, rapiñas y pudrideros, ilustrador de las escenas más tenebrosas del Fausto y de los poemas más satánicos de su idolatrado Byron; ese enamorado de lo felino […] y de los países violentos y calurosos" [22]. Es la poesía de Baudelaire, llena de Edgar Allan Poe y de De Sade, cuyo pesimismo cósmico es más semejante a la herejía maniquea que a la religión cristiana: "Absolu! Résultante des contraríes! Ormuz et Arimane, vous êtes le même!" [23] Es la narrativa de Gustav Flaubert, para quien « Nerón vivra aussi longtemps que Vespasien, Satan que Jésus-Christ » [24]. De los Cantos de Maldoror de Lautréamont, que confiesa que ha "cantado el mal como lo hicieron Mickiewicz, Byron, Milton, Southey, A. de Musset, Baudelaire" [25]. De Swinburne, que embrujado por la teología gnóstica de De Sade, declama su hombre rebelde: " … si pudiéramos obstaculizar a la naturaleza, entonces sí que el delito sería perfecto y el pecado una realidad. Si el hombre pudiera hacerlo, si pudiera impedir el curso de las estrellas y alterar el tiempo de las mareas; si pudiera cambiar los movimientos del mundo y hallar la sede de la vida y destruirla; si puediera entrar en el cielo y contaminarlo, en el infierno y liberarlo de la sumisión; si pudiera bajar el sol y consumir la tierra, y ordenar a la luna que derrame veneno o fuego en el aire; si puediera matar el fruto de la semilla y corroer la boca del párvulo con la leche de su madre; entonces podríamos decir que hemos pecado y que hemos ido contra la naturaleza." [26]
Destrucción y profanación: es el mayor placer. Una corriente consistente de la literatura, a partir de la novela libertina del siglo XVIII, goza con la profanación. La violación apasionada como transgresión, ultraje. El cuerpo, el de la mujer, cuanto más inerme (niña, virgen, monja) más se convierte en el objeto de deseo. Profanarlo es quitarle trascendencia, devolverlo a la tierra, revelar el rostro oscuro de Eva, el eterno femenino desde siempre ligado al poder de Satanás. Lo demoníaco mezcla lo puro y lo impuro, necesita la inocencia para exitar las pasiones, para despertar la fuerza explosiva de lo negativo. Con De Sade lo erótico entra a formar parte de una teología gnóstica. Después de él la unión entre Eros y Tánatos, amor y muerte, se convierte en el elemento dominante de un nihilismo demoníaco que encuentra su plenitud primero en el Decandetismo y luego en el Surrealismo.
Satanás en Dios
Satanás no está sólo en Prometeo, doble del Ángel caído de Milton. Satanás está también en Dios. La teología gnóstica que representa el núcleo del ateísmo rebelde de los últimos dos siglos distingue entre Lucifer (el libertador) y Satanás (el opresor). Halla su forma ejemplar en el pensamiento de Ernst Bloch. Para Bloch está "por un lado, el Dios del mundo que se identifica cada vez más claramente con Satanás, el Enemigo, la parálisis: por el otro, el Dios de la futura ascensión al cielo, el Dios que nos empuja hacia delante con Jesús y con Lucifer". [27] El dios del mundo, creador, es el malvado demiurgo contra el que se levantó en el Edén la Serpiente, la verdadera amiga del hombre. Es Lucifer, con su deseo de ser como Dios, quien revela al hombre su destino. "Sólo en Lucifer, mantenido secreto en Jesús para ser manifestado más tarde, al final, en los tiempos en que este rostro podrá revelarse; sólo en Lucifer, que se ha vuelto inquieto desde que fue abandonado por segunda vez, desde que en la cruz se levantó el grito que no tuvo respuesta, desde que por segunda vez fue aplastada la cabeza de la serpiente del paraíso colgada en la cruz: sólo en Él, pues, en el que está Escondido en Cristo, en cuanto anti-demiúrgico absoluto, está comprendido también el auténtico elemento teúrgico de quien se rebela por ser hijo del hombre". [28]
La Serpiente, como para la secta de los ofitas recordada por Bloch en su libro Ateísmo en el cristianismo, es, por tanto, el libertador. Dos veces subyugada en el Edén y en el Cristo colgado de la cruz, como la Serpiente de bronce de Moisés espera su revancha, su victoria sobre el Demiurgo que abre la "edad del Espíritu". Uniendo a Marción con Joaquín de Fiore, Bloch es la encrucijada de toda gnosis moderna. Jesús, anticipación del dios que ha de venir, el dios "humano", es el redentor del dios "satánico", del dios del cosmos, del orden y de la ley. La revolución, como disolución del viejo orden, se convierte aquí en la obra de Lucifer por excelencia.
Como ilustre precedente de sus reflexiones, Bloch cita en Ateísmo en el cristianismo la figura de William Blake. El poeta inglés, fascinado por la revolución americana y por la francesa, tuvo, además de la Biblia, cuatro maestros: Milton, Shakespeare, Paracelso y Böhme. Al primero le dedicó un breve poema épico, Milton, compuesto probablemente entre 1800 y 1803. En dicho poema, Urizen, el Príncipe de la Luz, es idéntico a Satanás. Lo peculiar en Blake en su The Marriage of Heaven and Hell (El matrimonio del Cielo y el Infierno) escrito en 1790. Aquí la santificación de los impulsos y los deseos in primis el sexual, "for eveything that lives is Holy" (porque todo lo que vive es sagrado), recibe su consagración teórica. Ya no existe el mal que niega el bien: mal y bien son necesarios. "Sin Contrarios no hay progreso. Atracción y Rechazo, Razón y Energía, Amor y Odio son necesarios para la existencia humana. De estos contrarios nace lo que el hombre religioso llama Bien y Mal. Bien es la pasividad que obedece a la Razón. Mal es la actividad que nace de Energía. Bien es el Cielo, Mal es el infierno". [29]
El mal, como en el Fausto de Goethe, es lo que da energía, lo que despierta al bien dormido. El Diablo es la fuerza de Dios. En esta concepción, Blake es deudor de Jacob Böhme, el primero que, en el pensamiento moderno, se había atrevido a afirmar el mal en Dios. El philosophus teutonicus, que según Hegel "fue el primero que hizo surgir en Alemania una filosofía con características propias", [30] estimado por Leibniz, Hegel, Shelling, Von Baader y toda la corriente teosófica del pensamiento moderno, afirmaba que "según el primer principio Dios no se llama Dios, sino Cólera, Furia, fuente amarga, y de aquí viene el mal, el dolor, el temblor y el fuego devorador". [31] La ira de Dios se supera en el amor, pese a ello sigue siendo el Urgrund, el principio original del que nace el todo. Böhme, según Hegel, "ha luchado para entender en Dios y desde Dios lo negativo, el mal, el Diablo". [32]
Dios es la unidad de los contrarios, de la ira y del amor, del mal y del bien, del Diablo y de su contrario, el Hijo. En esta posición Cristo y Satanás son, de alguna manera, hermanos, hijos de un único Padre, partes de Él, momentos de su naturaleza polar. Es lo que afirma Carl Gustav Jung en su esotérico Septem Sermones ad Mortuos escrito en 1916, que circuló como opúsculo para los amigos y nunca fue distribuido en librerías. El texto, que idealmente se remonta al gnóstico Basílides, afirma la naturaleza de "pleroma" de Dios compuesta por parejas de opuestos de las que "Dios y demonio son las primeras manifestaciones". [33] Estos se distinguen como generación y corrupción, vida y muerte. Y, sin embargo, "la efectividad es común a ambos. La efectividad los une. Por tanto, la efectividad está por encima de ellos, y es un Dios por encima de Dios, ya que en efecto une plenitud y vacío". Jung llama Abraxas a este Dios que une a Dios y al Diablo. Es la fuerza original que está antes de cualquier distinción. "Abraxas genera verdad y mentira, bien y mal, luz y tiniebla, en la misma palabra y en el mismo acto. Por eso Abraxas es terrible". Es el "amor y su asesino", "el santo y su traidor", es "el mundo, su devenir y su pasar. El demonio lanza su maldición contra todos los dones del Dios sol". El mensaje esotérico de los Siete sermones llevaba, como en Blake, a la santificación de la naturaleza, a la inocencia del devenir. Comportaba, por sí mismo, la justificación del mal, del Diablo, y al igual que en Böhme, entraba a formar parte de un sistema polar. Por eso Martin Buber, que llegó a conocer el opúsculo, habló de gnosis. "Ésta –y no el ateísmo, que anula a Dios porque debe rechazar las imágenes que se han hecho de él hasta ahora- es la verdadera antagonista de la realidad de la fe". [34]
Para Buber, la psicología de Jung no era más que "la continuación del motivo carpocraciano, enseñado ahora como psicoterapia, el cual diviniza místicamente los instintos en vez de santificarlos en la fe."
La crítica de Buber no era puramente conjetural. El mismo Jung había hablado, en Psicología y religión, de la actualidad del gnóstico Carpócrates, que sostenía que bien y mal son solamente opiniones humanas y que, al contrario, las almas, antes de su partida, tenían que vivir hasta lo último toda la experiencia humana si querían evitar volver a la prisión del cuerpo. Solamente la realización total de todas las exigencias de la vida puede rescatar al alma prisionera en el mundo somático del Demiurgo. La vida, afirmaba en el Ensayo de interpretación psicológica del dogma de la Trinidad, como proceso energético necesita los contrastes, sin estos la energía es notoriamente imposible. Bien y mal no son más que aspectos éticos de estas antítesis naturales. Por eso a Dios le hace falta Lucifer. Sin éste no habría creación, y mucho menos una historia de la Redención. La sombra y el contraste son las condiciones necesarias de toda realización. Esta sombra está ante todo en Dios, en el Dios primigenio, en el Inconsciente que, para Jung, es la verdadera potencia que dirige la vida que debe ser "humanizada" por el yo consciente. Solamente en el Dios humano, Cristo, el juicio separa lo que en el pleroma (el inconsciente) está unido: la luz y su sombra. Ahora los "dos hijos de Dios, Satanás el mayor y Cristo el menor", la mano izquierda y la mano derecha de Dios, se separan. "Esta antítesis representa un conflicto llevado al extremo, y con ello también una tarea secular para la humanidad hasta ese momento o cambio del tiempo en que bien y mal empiezan a relativizarse, a ponerse en entredicho, y se levanta el grito hacia un más allá del bien y del mal. Pero en la edad cristiana, es decir, en el reino del pensamiento trinitario, semejante reflexión queda excluida; porque el conflicto es demasiado violento para que se le pueda conceder al mal otra relación lógica con la Trinidad que no sea la contraposición absoluta". [35]
Es necesario que la Trinidad divina, espiritual, se concilie con un "cuarto" principio: materia, el cuerpo, lo femenino, el eros, el mal, para que el idealismo cristiano, conciliado con el mundo, alcance una unidad superior. "Por eso, incluso en el tiempo de la fe absoluta en la Trinidad, hubo siempre una búsqueda del cuarto perdido, desde los neopitagóricos hasta el Fausto de Goethe. Si bien quienes buscaban se consideraban cristianos, eran, sin embargo, una especie de cristianos a latere, ya que consagraban su vida a un opus, que tenía por meta la redención del serpens quadricornutus, del anima mundi enredada en la materia, del Lucifer caído…Nuestra fórmula de la cuaternidad explica su pretensión, porque el Espíritu Santo, como síntesis de aquel que originalmente fue Uno y luego se dividió, fluye de una fuente luminosa y de otra oscura". [36] La "edad del Espíritu", en la peculiar interpretación que Jung hace de Joaquín de Fiore, es la era que sigue al eón cristiano, el tiempo de Abraxas en el que pasiones y razón, subconsciente y consciente, mal y bien, Lucifer y Cristo, se convierte en uno.
En 1919 Hermann Hese, que en 1920 se sometió a análisis con Jung, publicó su novela Demian, con el pseudónimo de Emil Sinclair. El protagonista, un joven inexperto, es instruido sobre el sentido de la vida por un "espíritu libre" que lleva en sí la marca de Caín: Demian. Para Demian "el Dios del Antiguo y del Nuevo Testamento es una figura excelente, pero no es la que debería ser. Es el bien, la nobleza, el padre, lo alto, lo bello, lo sentimental, pero el mundo está hecho también de otras cosas. Y estas cosas se atribuyen simplemente al Diablo, y toda esta parte del mundo, esta mitad es suprimida y muerta con el silencio". [37]
A esta pertenece, según Demian, la esfera sexual. Por eso no se puede venerar solamente a Dios, "hemos de venerar todo y considerar sacro el mundo entero, no solamente a esa mitad oficial, separada a propósito. Al lado del servicio para Dios deberíamos tener también un servicio para el Diablo. Me parecería justo. O tendríamos que conseguir un Dios que englobe también al demonio" [38]. Como en Jung este "Dios se llama Abraxas y es Dios y Satanás y engloba en sí al mundo luminoso y al mundo oscuro". Es el amor sagrado y el amor profano, "la imagen angélica y Satanás, hombre y mujer juntos, hombre y bestia, supremo bien y mal extremo".
La visión de lo divino como coincidencia oppositorum, versión que cierra de forma indisoluble el "pacto con la Serpiente", atraviesa, de ese modo, una parte notable del mundo cultural del siglo XX. Recordemos, además, la reflexión de Mircea Eliade que en dos escritos, Il mito della reintegrazione (1942) y Mefistófeles y el Andrógino (1962), expone, bajo las sugestiones de Jung, su visión de la "polaridad divina". Según esta visión, toda divinidad es polar, benéfica y maléfica al mismo tiempo. La Serpiente es hermana del Sol, así como, según un mito gnóstico, Cristo y Satanás son hermanos. Esta bi-unidad divina prepara en el hombre la reintegración de sagrado y profano, de bien y de mal en una unidad superior que encuentra, para Eliade, su meta simbólica en la figura del andrógino.
Conclusión
La moderna teosofía de los contrarios, fundada en la doctrina hermética de la coincidencia oppositurum, lleva a un connubio, inquietante, entre divino y diabólico, lleva a la idea del Diablo en Dios. "En todas partes –escribía Romano Guardini en 1964- es vigente la idea fundamental gnóstica de que las contradicciones son polaridades: Goethe, Gide, C.G. Jung, Thomas Mann, H. Hesse… Todos ven el mal, lo negativo […] como elementos dialécticos en la totalidad de la vida, de la naturaleza". [39]
Para Guardini, esta actitud se "manifiesta ya en todo lo que se llama gnosis, en la alquimia, en la teosofía. Se presenta de forma programática con Goethe, para quien lo satánico entra incluso en Dios, el mal es la fuerza originaria del universo tan necesaria como el bien; la muerte es sólo otro elemento de este todo, cuyo polo opuesto se llama vida. Esta opinión ha sido proclamada en todas sus formas y fue concretada en el campo terapéutico por C.G. Jung". [40]
La idea de fondo es que la redención pasa a través de la degradación, la gracia mediante el pecado, la vida a través de la muerte, el placer mediante el dolor, el éxtasis por obra de la perversión, lo divino mediante lo diabólico. El encanto que lo negativo –metáfora de lo demoníaco- ejerce sobre la cultura contemporánea depende de esta singular idea: que los caminos del paraíso pasen por el infierno, que "Bajada al Hades y resurrección" son uno (Ellémire Zolla) [41]
Entregarse al demonio, en una singular transposición gnóstica de la idea según la cual perderse es encontrarse, es abrirse a Dios. En este "sagrado" connubio Satanás y Dios se unen en el hombre. Es "la identidad de De Sade y los místicos" [42] deseada por Georges Bataille. El camino hacia abajo coincide con el camino hacia arriba. Fausto, ahora, ya no puede arrepentirse, ni siquiera en trance de muerte. Ahora el Adversario es cómplice, "parte" de Dios. Es el camino para devenir dios. El escalofrío de la nada, de la bajada a los Infiernos, acompañada al descubrimiento del Ser, de Abraxas, el pleroma sin rostro que permanece, inmóvil, en el devenir del mundo.
* Dr. en Filosofía. Catedrático de Filosofía de la Religión en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Perugia (Italia), Así mismo, imparte clases de Estética, Ética y Teología filosófica en la Pontificia Facultad Teológica “S. Buenaventura”, recientemente ha tomado la cátedra “filosofía y cristianismo” en el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum. Entre sus obras publicadas destacan: La figura di Cristo in Hegel, (1983), Romano Guardini. Dialettica e antropología (1990), L´etá dello Spirito in Hegel. Dal Vangelo “storico” al Vangelo “eterno” (1995), Posmodernidad y cristianismo. ¿Una radical mutación antropológica? (1997), y recientemente, Memoria, evento, educazione (2000). Colaborador de las revistas 30Días, Il Nuovo Areopago, COMMUNIO. Revista Católica Internacional de Teología
Notas
[1] M. Praz, Il patto col serpente, Milán, 1972 (ed. 1995)
[2] Op.cit., p.12
[3] G. Scholem, Major Trends in Jewish Mysticism, Jerusalén, 1941, p. 307 (Trad. esp., Las grandes tendencias de la mística judía, Fondo de Cultura Económica, México, 1996.)
[4] Ateísmo en el cristianismo
[5] V. Mathieu, Goethe e il suo diavolo custode, Milán, 2002, p.4
[6] Op. cit, p. 65.
[7] W.Goethe, Faust e Urfaust, tr. it, 2 vols., Milán, 1976, vol. I, vv. 340-343, p. 19.
[8] M. Eliade, Il mito della reintegrazione, tr.it., Milán, 2002, p.4.
[9] G.W.F. Hegel, Lezioni sulla filosofia della religione, tr. It., 2 vols., Milán, 1974, vol. II, p. 317.
[10] R. Caillois, Nasita di Lucifero, tr. it., Milán, 2002, p. 31.
[11] M. Praz, La carne, la morte e il diavolo nella letteratura romantica, Florencia, 1999, p. 58.
[12] Ibid.
[13] C. Baudelaire, Journaux intimes, cit., en M. Praz, La carne, la morte e il diavolo nella letteratura romantica, p. 55.
[14] H. Bloom, Rovinare le sacre veritá. Poesia e fede dalla Biblia a oggi, tr., it., Milán, 1992, p. 106.
[15] W. Blake, Il matrimonio del Cielo e dell´Inferno, tr.,it., en Selected Poems of William Blake, Turín, 1999, pp. 24-25.
[16] P. B. Shelley, Difensa della Poesia, cit., en M. Praz, La carne, la morte e il diavolo nella letteratura romantica, p. 59.
[17] H. Bloom, Rovinare le sacre veritá. Poesia e fede dalla Biblia a oggi, op.cit, p. 105.
[18] G.W.F. Hegel, Lezioni sulla filosofia della religione, op.cit., vol. II, pp. 315-316 y 324, nota.
[19] M. Praz, La carne, la morte e il diavolo nella letteratura romantica, op.cit., pp. 59-60.
[20] Op.cit., p. 64.
[21] Op.cit., p. 95.
[22] Op.cit., p. 135.
[23] Citado en op.cit., p. 147.
[24] Citado en op.cit., p. 161.
[25] Lautréamont, Lettere, tr. it, en: Lautréamont, I canti di Maldoror, Turín, 1989, p.531.
[26] Citado en: M. Praz, la carne, la morte e il diavolo nella letteratura romantica, op.cit., p. 199.
[27] E. Bloch, Spirito dell´utopia, tr.it.,, Florencia, 1980, p. 314.
[28] Op.cit, p. 252.
[29] W. Blake, Il matrimonio del Cielo e dell´Inferno, op.cit., pp. 19-20.
[30] G.W.F. Hegel, Lezioni sulla storia della filosofia, op.cit., vol. III(2), p. 35.
[31] Citado en: F. Cuniberto, Jacob Böhme, Brescia, 2000, p.119.
[32] G.W.F. Hegel, Lezioni sulla storia della filosofia, op.cit., vol. III(2), p. 42.
[33] C.G.Jung, Septem Sermones ad Mortuos, tr. It., en: Ricordi, sogni, riflessioni di C. G. Jung, Milán, 1990, p. 454.
[34] M. Buber, L´eclissi di Dio, tr. it., Milán, 1983, p.139.
[35] C.G. Jung, Saggio d´ interpretazione psicologica del dogma della Trinitá, op.cit., p. 171.
[36] Op.cit., p. 174.
[37] H. Hesse, Demian. Storia della giovinezza di Emil Sinclair, tr. it, en: H. Hesse, Peter Camenzind-Demian. Due romanza della giovinezza, Roma, 1993, p. 185.
[38] Op.cit., p. 185, Subrayado nuestro.
[39] R. Guardini, Diario. Appunti e testi dal 1942 al 1964, tr.it., Milán, 1979, p. 63.
[40] R. Guardini, Lettere teologiche ad un amico, tr.it., Brescia, 1983, p. 245.
[41] E.Zolla, Discesa all´Ade e resurrezione, Milán, 1979, p.63.
[42] G. Bataille, Frammenti su William Blake, tr. It., en: Select poems of William Blake, op.cit., p. 163.
Fuente: Revista Internacional 30Días en la Iglesia y en el mundo, Año XXI, No. 2, 2003. pp. 52-58.
Remitido por Sergio Rubio Maldonado
Tomado de:
http://www.mercaba.org/ARTICULOS/pacto_con_la_serpiente.htm
Judíos ofitas, o satanismo gnóstico
Esta variante es comparable a las Doctrinas Orientales
Originalmente, los Ofitas eran pueblos Hebreos que volvieron a los Cultos de Seiri, contra los cuales había luchado Moisés. Éste los llamó Obitas -de allí proviene el término "óbico". Comencemos con el Árbol de la Vida de la Cábala Hebrea. El Sefirot es lo mismo que el Arupa Tántrico (Seres sin Forma), el Asura Hindú o los Arcontes Griegos. En este sistema existe un Progenitor -hombre/mujer. A veces simplemente se le llamaba Thelema [Voluntad]. Luego sigue Binah, o Sophia, también llamada Agape [Amor], que es el retoño, la progenie del Progenitor. Luego sigue Hochmah, también llamado Logos [o bien Christos] y es el Hijo Unigénito del Progenitor y Madre. Pero luego la Madre se mezcla con su Hijo para emanar los otras siete sefirot o arcontes. En el sistema Tántrico hay CINCO Asuras y SIETE Devas, que es lo mismo que CINCO Dharmas [verdades] y Rupa [formas]. Puede que el Bahu, o Demiurgo, o Prana haya dado origen a Sophia Achamoth (comparable a Ophioneous -la serpiente). Esto depende de qué tan antigua sea la corriente Gnóstica. En el Gnosticismo No-Judío, este concepto se dualizó, mostrando a Jehovah como el Padre, y al Demiurgo (o Ilda Baoth, Ialdabaoth) como el Diablo que había condenado al hombre a ser de carne. O bien viceversa: Jehova era el Diablo que estaba contra la creación de VIDA y el Demiurgo era el Dios Verdadero que daba VIDA a los seres carnales.
Muchos cultos posteriores se derivarían de éste, y tendrían mucha acogida entre los Gentiles, quienes lo dualizarían todo. El Sefirot, manifestado EN el mundo como Elohim, en el lenguaje Helénico era llamado Eones (algo que es antiguo pero que existe el Tiempo, no fuera de éste, como los Arcontes). En la doctrina Tantra eran los Rupa (formados), en el Hinduismo eran los Devas. Una vez más, en las religiones Gnósticas posteriores que tendrían acogida entre los Gentiles, los conceptos de Eones y Arcontes serían dualizados y confundidos el uno con el otro.
Es interesante notar que los Persas Arios también confundirían los Asuras y los Devas, de modo que Asura se convirtió en Ahura Mazda y todos los Devas fueron demonizados como hijos de Ahriman, como Aeshma Devi (que es el Ashmodai hebreo -Asmodeo!). Muchas personas más "religiosas" creyeron que los Arupa o Asura eran una raza de seres mucho más avanzados que la especie humana, que vivían más allá de nuestro "Mundo" o Cosmos. La mitología que surgió de estas Ideas sobrevivió en la Era Cristiana, bastante alterada y distorsionada, con multitud de dioses, diablos, ángeles, demonios, genios, etc etc etc. Luego serían percibidos como como seres que o bien poseían poder y sabiduría cósmicos, o tenían poderes comparables a los dioses del Panteón griego y que muchas veces vivían juntos. Primero se pensaba que eran seres sobrenaturales, (en el pensamiento Gnóstico que hubo entre los Gentiles). Al principio se pensaba que eran sobrenaturales, incluso el pensamiento Gnóstico posterior los percibió no como seres sobrenaturales per se, pero que eran más avanzados que el Hombre, e incluso después, pensadores mucho más agudos los percibieron como fuerzas elementales y se trató de pensar en ellos en términos de ciencia. Recuerden que esto se dio sólo entre los Gentiles, quienes tenían un concepto de gnostic-ISMO habiéndose olvidado por completo del significado verdadero de GNOSIS!
Decir "gnosticismo" es como decir "saberismo". Se creía que había dos maneras de alcanzar la Gnosis. Una era a través de la meditación, donde se silencia la mente, y no existen los pensamientos (como en algunas formas de Yoga) hasta que solo queda un objeto de concentración, al cual se intenta enfocar a través de "Tercer Ojo". Esta creencia se deterioraría posteriormente en las formas más dementes y estrictas de ascetismo, hasta el punto en que los miembros de varios cultos llegaban a asesinar a sus recién nacidos, porque, para ellos, "hacer más carne" era considerado algo malvado! La otra manera de "alcanzar la Gnosis" era cierta clase de experiencia Dionisíaca donde la mente se excitaba hasta alcanzar cotas muy altas, a la vez que se intentaba enfocar una sola idea. Y si conocen ALGO de historia, sabrán que estos conceptos se deterioraron posteriormente hasta caer en las formas más aberradas y pervertidas de sexualidad que sea posible imaginar. (Resulta bastante extraño que estas prácticas se hayan deteriorado constantemente en el Mundo occidental, donde abundan los esquizodies dualistas. Bueno, no es que sea TAN raro después de todo...)
Volviendo a los métodos normales de alcanzar la Gnosis: En el kundalini Hay cierto efecto de jalar/empujar que puede sentirse. El chakra de los ojos y el chakra del corazón se combinan, y uno SABE. Es más: la neurología moderna diría que ésta es la ÚNICA mnarea en la que una persona tiene lógica -cuando tiene combinados diversos centros de sensación/pensamiento del cerebro (uno no SIENTE en el cerebro, pero ESTÁ pasando en el cerebro). En el Taoísmo, otra palabra para la Gnosis se traduce como Claridad. Esto no significa que uno sepa cuál va a ser el próximo número ganador de la lotería. Significa que uno PUEDE tener cierto sentido de LÓGICA y CONOCIMIENTO SOBRE ciertas cosas del mundo físico que te rodea, y cierto conocimiento sobre uno mismo.
Tomado de:
http://usuarios.multimania.es/satanista/Satanismo%20Gnostico.html
Originalmente, los Ofitas eran pueblos Hebreos que volvieron a los Cultos de Seiri, contra los cuales había luchado Moisés. Éste los llamó Obitas -de allí proviene el término "óbico". Comencemos con el Árbol de la Vida de la Cábala Hebrea. El Sefirot es lo mismo que el Arupa Tántrico (Seres sin Forma), el Asura Hindú o los Arcontes Griegos. En este sistema existe un Progenitor -hombre/mujer. A veces simplemente se le llamaba Thelema [Voluntad]. Luego sigue Binah, o Sophia, también llamada Agape [Amor], que es el retoño, la progenie del Progenitor. Luego sigue Hochmah, también llamado Logos [o bien Christos] y es el Hijo Unigénito del Progenitor y Madre. Pero luego la Madre se mezcla con su Hijo para emanar los otras siete sefirot o arcontes. En el sistema Tántrico hay CINCO Asuras y SIETE Devas, que es lo mismo que CINCO Dharmas [verdades] y Rupa [formas]. Puede que el Bahu, o Demiurgo, o Prana haya dado origen a Sophia Achamoth (comparable a Ophioneous -la serpiente). Esto depende de qué tan antigua sea la corriente Gnóstica. En el Gnosticismo No-Judío, este concepto se dualizó, mostrando a Jehovah como el Padre, y al Demiurgo (o Ilda Baoth, Ialdabaoth) como el Diablo que había condenado al hombre a ser de carne. O bien viceversa: Jehova era el Diablo que estaba contra la creación de VIDA y el Demiurgo era el Dios Verdadero que daba VIDA a los seres carnales.
Muchos cultos posteriores se derivarían de éste, y tendrían mucha acogida entre los Gentiles, quienes lo dualizarían todo. El Sefirot, manifestado EN el mundo como Elohim, en el lenguaje Helénico era llamado Eones (algo que es antiguo pero que existe el Tiempo, no fuera de éste, como los Arcontes). En la doctrina Tantra eran los Rupa (formados), en el Hinduismo eran los Devas. Una vez más, en las religiones Gnósticas posteriores que tendrían acogida entre los Gentiles, los conceptos de Eones y Arcontes serían dualizados y confundidos el uno con el otro.
Es interesante notar que los Persas Arios también confundirían los Asuras y los Devas, de modo que Asura se convirtió en Ahura Mazda y todos los Devas fueron demonizados como hijos de Ahriman, como Aeshma Devi (que es el Ashmodai hebreo -Asmodeo!). Muchas personas más "religiosas" creyeron que los Arupa o Asura eran una raza de seres mucho más avanzados que la especie humana, que vivían más allá de nuestro "Mundo" o Cosmos. La mitología que surgió de estas Ideas sobrevivió en la Era Cristiana, bastante alterada y distorsionada, con multitud de dioses, diablos, ángeles, demonios, genios, etc etc etc. Luego serían percibidos como como seres que o bien poseían poder y sabiduría cósmicos, o tenían poderes comparables a los dioses del Panteón griego y que muchas veces vivían juntos. Primero se pensaba que eran seres sobrenaturales, (en el pensamiento Gnóstico que hubo entre los Gentiles). Al principio se pensaba que eran sobrenaturales, incluso el pensamiento Gnóstico posterior los percibió no como seres sobrenaturales per se, pero que eran más avanzados que el Hombre, e incluso después, pensadores mucho más agudos los percibieron como fuerzas elementales y se trató de pensar en ellos en términos de ciencia. Recuerden que esto se dio sólo entre los Gentiles, quienes tenían un concepto de gnostic-ISMO habiéndose olvidado por completo del significado verdadero de GNOSIS!
Decir "gnosticismo" es como decir "saberismo". Se creía que había dos maneras de alcanzar la Gnosis. Una era a través de la meditación, donde se silencia la mente, y no existen los pensamientos (como en algunas formas de Yoga) hasta que solo queda un objeto de concentración, al cual se intenta enfocar a través de "Tercer Ojo". Esta creencia se deterioraría posteriormente en las formas más dementes y estrictas de ascetismo, hasta el punto en que los miembros de varios cultos llegaban a asesinar a sus recién nacidos, porque, para ellos, "hacer más carne" era considerado algo malvado! La otra manera de "alcanzar la Gnosis" era cierta clase de experiencia Dionisíaca donde la mente se excitaba hasta alcanzar cotas muy altas, a la vez que se intentaba enfocar una sola idea. Y si conocen ALGO de historia, sabrán que estos conceptos se deterioraron posteriormente hasta caer en las formas más aberradas y pervertidas de sexualidad que sea posible imaginar. (Resulta bastante extraño que estas prácticas se hayan deteriorado constantemente en el Mundo occidental, donde abundan los esquizodies dualistas. Bueno, no es que sea TAN raro después de todo...)
Volviendo a los métodos normales de alcanzar la Gnosis: En el kundalini Hay cierto efecto de jalar/empujar que puede sentirse. El chakra de los ojos y el chakra del corazón se combinan, y uno SABE. Es más: la neurología moderna diría que ésta es la ÚNICA mnarea en la que una persona tiene lógica -cuando tiene combinados diversos centros de sensación/pensamiento del cerebro (uno no SIENTE en el cerebro, pero ESTÁ pasando en el cerebro). En el Taoísmo, otra palabra para la Gnosis se traduce como Claridad. Esto no significa que uno sepa cuál va a ser el próximo número ganador de la lotería. Significa que uno PUEDE tener cierto sentido de LÓGICA y CONOCIMIENTO SOBRE ciertas cosas del mundo físico que te rodea, y cierto conocimiento sobre uno mismo.
Tomado de:
http://usuarios.multimania.es/satanista/Satanismo%20Gnostico.html
Ofitas
De Wikipedia, la enciclopedia libre
Ofitas es un nombre genérico para varias sectas gnósticas en Siria y
Egipto que se desarrollaron alrededor del año 100 d.C. El
pensamiento común que tenían estas sectas es la gran importancia que
dan a la serpiente de los relatos bíblicos de Adán y Eva, puesto que
este animal es la conexión entre el árbol del conocimiento (del bien
y del mal) con la gnosis o conocimiento. Contrariamente a la
interpretación cristiana de la serpiente como Satanás, los ofitas
miran a la serpiente como la heroína y asignan a la figura que la
Biblia identifica con Dios con la del malvado Demiurgo.
Fundamentos
Ya que la Biblia no identifica con precisión a
la serpiente como Satanás, los ofitas se sintieron perfectamente
justificados en su posición, asegurando que lo que la serpiente
buscaba en realidad era entregar a Adán y Eva el conocimiento, y la
prohibición de este conocimiento, era por tanto, asimilable con la
figura que tanto el cristianismo como el judaísmo identifican con
Dios.
Persecución
Los cristianos que apoyaban la ortodoxia de la
iglesia veían en el gnosticismo su máximo enemigo, y les era
particularmente repugnante que los ofitas tuvieran a la serpiente
como un ideal de adoración; esta circunstancia hizo que los ofitas
fueran perseguidos con particular violencia. Debido a que la
ortodoxia de la iglesia finalmente destruyó todos los manuscritos y
textos de los ofitas (siglo IV), la mayor información acerca de las
sectas ofitas sólo puede ser obtenida de aquello que sus enemigos
decían de ellos: Hipólito, Ireneo de Lyon, Orígenes y Epifanio de
Salamis. Algunos textos ofitas, sin embargo, han sido recuperados en
descubrimientos como los de Nag Hammadi.
Sectas ofitas
Los naasenos, quienes veían en la serpiente
al ser supremo (del hebreo na'asch = serpiente)
Los setitas, para quienes Set era el patriarca de los espirituales
Los peratas, (del griego peras = penetrar)
Los cainitas, que veían en Caín su líder espiritual
Los encratitas, secta fundada por Taciano; se distinguían por
practicar una ascética rigurosa, oponerse al matrimonio y fomentar
otras normas morales que desafiaban a las propugnadas por la
ortodoxia.
Los Berdesanes, discípulos de Valentín, que llevó sus ideas a
Oriente.
Fuente:
http://es.wikipedia .org
domingo, 6 de febrero de 2011
La palabra Dragón en diferentes lenguas
Afrikaans: Draak
Árabe: ah-teen (pl. tah-neen), (Al) Tineen, plural: (Al) Tananeen
Athebascin (Alaska): Manchú
Austria: Drach `n, Lindwurm
Bulgaria: drakon (fonética), äðàêîí (ortografía real)
Catalán (N / E España): drac
China: Lung o long, Liung (dialecto hakka)
Croacia / Serbia: zmaj (pronunciado "zmai" significa Dragón), azdaja (pronunciado "azhdaya" significa Hydra)
Checo: Dráèek Drak, (Draaachek)
Danes: Drage
Draconiano: Khoth, (pl. Khothu)
Driigaran (lenguaje musical): G4 C4 C5 D5 B5 C5
Doble-holandes: Dridi-gag-Dridi-gen
Holanda: Draak Elven / Drow: Tagnik'zur
Latin: Dreggageggon Inglés: dragón
Inglés (Medio): Dragun, dragoun
Inglés (Antiguo): Draca
Enochiano: Vovin (VOH-een)
Esperanto: drako, Dragono
Estonia: draakon, Löhe, lohemadu o tuuleuss (Viento Serpiente), lendav madu
Euskera (dialecto del País Vasco): Erensuge
Faores:dreki EITT, flogdreki EITT, ein fraenarormur
Finés: draakki lohikäärme, dragoni
Firewitch: vorki wei Katash
Flambian: kazyeeqen (viene de kazyee-Aqen, el lagarto de fuego)
Flamenco: Draeke
Francés: dragón, Dragun, Dargon
Gaelico: Arach
Alemán: drache (pl. Drachen), Lindwurm, Drake (pl. draken)
Griego: δρακων, drakon, Drako.
Griego: δρακων, drakon, Drako.
Macho: Drakos (o thrakos), hembra: drakena (o thrakena)
Griego (antiguo): Masculino: drakkon (o thrakon), Femenino: drakkina (o thrakena)
Hawai: Kelekona, (en plural) Na Kelekona
Hebreo: drakon (plural) drakonim, Tanniym
Hungría: Sarkany
Islandia: dreki
Indonesia: Naga
Irán: Ejdeha
Islámico: th'uban, Tinnin
Italiano: drago, Dragone, volante, dragonessa
Japonés: Ryu, Tatsu
Jibberish: gidadraggidaen (pronunciado "gid-a-arrastrar gid-ah-en")
Klingon: PUV lung'a
(pronunciado poov Loong-AH) " Gran Lagarto volador"
Corea: yong
Latin: draco, dracon, Draco, el dragón, dragón, serpiente, serpens
Luxemburgo:Draach
Medio tierra Ency:. Angulóce: genéricos,
Ramalóce: dragón alado,
Urulóce: aliento de fuego de dragón
Malaya:Naga
Milanés (Italia): Dragh, Draguun, Dragoon
Nueva Zelanda (maoríes): tarakona
Nórdico:ormr
Norsk: Drake, Dragonet, Drake liten
Noruego: Drage
Oppish: dropagoponop (pronunciado descenso-ag-op-un artículo de opinión)
Barb Ourainic: Duxobum
Filipinas: dragón
Pig-latin: Agon-Dray
Polaco:Smok
Portugués: Dragão
Quechua peruano: Amarö
Quenya (élfico): Loke,
con alas Ramaloke,
Hawai: Kelekona, (en plural) Na Kelekona
Hebreo: drakon (plural) drakonim, Tanniym
Hungría: Sarkany
Islandia: dreki
Indonesia: Naga
Irán: Ejdeha
Islámico: th'uban, Tinnin
Italiano: drago, Dragone, volante, dragonessa
Japonés: Ryu, Tatsu
Jibberish: gidadraggidaen (pronunciado "gid-a-arrastrar gid-ah-en")
Klingon: PUV lung'a
(pronunciado poov Loong-AH) " Gran Lagarto volador"
Corea: yong
Latin: draco, dracon, Draco, el dragón, dragón, serpiente, serpens
Luxemburgo:Draach
Medio tierra Ency:. Angulóce: genéricos,
Ramalóce: dragón alado,
Urulóce: aliento de fuego de dragón
Malaya:Naga
Milanés (Italia): Dragh, Draguun, Dragoon
Nueva Zelanda (maoríes): tarakona
Nórdico:ormr
Norsk: Drake, Dragonet, Drake liten
Noruego: Drage
Oppish: dropagoponop (pronunciado descenso-ag-op-un artículo de opinión)
Barb Ourainic: Duxobum
Filipinas: dragón
Pig-latin: Agon-Dray
Polaco:Smok
Portugués: Dragão
Quechua peruano: Amarö
Quenya (élfico): Loke,
con alas Ramaloke,
del mar: Lingwiloke,
del fuego: Uruloke
Reinitian (de Reinita): Dralaghajh
Latin: draco, draconem
Rumania: Dragón, (pl. Dragoni), Zmeu (pl. Zmei), Dracul, Drakul
Ruso:drakon
Sánscrito: Naga (tipo de serpiente-dragón-humano)
Eslovenia: Dragón = Zmaj, Hidra = Hydra.
Español: dragón, El Draque, Bruja
Suecia: Drake, Lindorm
Sueco (antiguo): flugdrake, floghdraki
Alemán de Suiza: Drachä
Tagalog: Drakon
Tailandia: Mung-korn
Tibetano: Brug o Drok
Turco: Ejderha
Ucraniano:drakon
Vietnamita: Rong (poética), RNG (regular)
Gales: Ddraig
Yugoslavia: Azdaja, Zmaj.
Reinitian (de Reinita): Dralaghajh
Latin: draco, draconem
Rumania: Dragón, (pl. Dragoni), Zmeu (pl. Zmei), Dracul, Drakul
Ruso:drakon
Sánscrito: Naga (tipo de serpiente-dragón-humano)
Eslovenia: Dragón = Zmaj, Hidra = Hydra.
Español: dragón, El Draque, Bruja
Suecia: Drake, Lindorm
Sueco (antiguo): flugdrake, floghdraki
Alemán de Suiza: Drachä
Tagalog: Drakon
Tailandia: Mung-korn
Tibetano: Brug o Drok
Turco: Ejderha
Ucraniano:drakon
Vietnamita: Rong (poética), RNG (regular)
Gales: Ddraig
Yugoslavia: Azdaja, Zmaj.
NOTA 1: algunos nombres-del texto original en ingles- han sido agregados gracias a los aportes de nuestros lectores o a diversas fuentes.
NOTA 2 a veces la palabra denomina en si mismo a la serpiente sagrada, a la serpiente voladora en diversas culturas.
Texto original en inglés:
http://www.metaphysicalsite.info/celtic-dragon/
Texto original en inglés:
http://www.metaphysicalsite.info/celtic-dragon/
EL ARBOL Y LA SERPIENTE
"una serpiente que no podía ser embrujada hizo su nido en las raíces del árbol, el pájaro anzu puso a sus creaturas en las ramas del árbol, y la doncella oscura Lilith hizo su hogar en el tronco"
Epopeya del Gilgamesh
Los cristianos readaptaron el viejo mito de la diosa árbol fusionándolo con el de un mesías salvador. Así este muere en un Madero o Cruz-Árbol que simboliza el Axis Mundi de la Diosa. Muere en el Árbol para así renacer transformado después, al igual que lo hace Odín colgado cabeza abajo en el fresno cósmico Iggdrasil. Cristo se fusiona con la Madre-Árbol mediante su muerte y por ello de su cuerpo surge la sangre mística que mana de la herida de su costado. Por ello la sangre de Cristo en el santo grial cristiano es la misma sangre de la Diosa-Árbol-Tierra-Serpiente del mito eterno. Cristo desciende con su muerte a la Tierra o Reino de la Diosa para así renacer investido del poder inmortal divino. Pero en realidad este mito es extensible a todo ser humano y no a ningún dios descendido del cielo que mantiene la creencia cristiana.
SOBRE LA SERPIENTE COSMICA MIÐGARÐSORMR
Mito de creación escandinavo:
La cosmogonía escandinava cuenta en su mapa mitológico, con una serpiente que rodea al mundo circular concebido por los pueblos antiguos como habitación de la humanidad.Dicha serpiente que habita en las aguas del mar-océano que circunvala ese universo lenticular, es la productora de los maremotos y de los movimientos tempestuosos percibidos en el pasado por los pueblos que cuentan con esa estructuras arcaicas.
El nombre de dicha serpiente, está compuesto por el substantivo islandés medieval "ormr", que en la ortografía del islandés actual se escribe "ormur", y que tiene el significado de "gusano, serpiente, dragón", de acuerdo al ámbito en que se presente dicho vocable, más el substantivo adjetivado "miðgarðr" en islandés medieval y "miðgarður" en islandés actual, con el significado de "cercado o jardín del medio", que designan a la ecumene, o tierra habitada.
Otro de los nombres con que cuenta dicho monstruo, es el de Jörmundandr = Jörmungandur = Jörmungrund (palabra compuesta de las voces Jörmunr "grande, poderoso", uno de los apelativos de Oðinn, Gandur = Gandur "vara mágica", "hechicería" y "lobo", y Grund "suelo", "terreno".
MITOLOGÍA MAPUCHE
Dentro del horizonte mítico del pueblo mapuche, nos encontramos no sólo con unaserpiente mundial, sino con dos: Caicai o Caicaifilu, enemiga del género humano, que busca su destrucción con una inundación universal, y Chrenchren, un reptil que se pone a favor de los seres humanos.
MITOLOGÍA VASCA
Herensuge o Erensuge, una culebra cósmica que se encuentra dormida en simas u oquedades de los Montes Pirineos, la cual cuenta con varias cabezas y al formársele la 7°, se enciende en llamas y vuela veloz hacia la región de Itxasgorrieta (los Mares Rojos del Poniente), donde se hunde. Se considera que esta serpiente es la generadora de los movimientos telúricos que sufre el planeta.
BUDA
"Si nos remontamos al lejano oriente, en la leyenda de Buda, cuando se coloca en el Punto Inmóvil bajo el Arbol de la Iluminación, ,el Creador de la Ilusión del Mundo, Karma-Mara (Deseo de la Vida y Temor a la Muerte), se acercó para amenazar su posición. Pero Buda tocó la tierra con los dedos de su mano derecha y entonces "la poderosa tierra atronó con cien, mil, cien miles rugidos diciendo: ¡te pongo por testigo! Y el demonio huyó" (Jataka). Entonces, alcanzó al Iluminación esa noche y permaneció absorto en éxtasis durante siete veces siete días en el transcurso de los cuales se levantó una terrible tempestad y un poderoso rey sepiente llamado Muchalinda, saliendo de su morada debajo de la tierra, envolvió con sus anillos el cuerpo del Buda siete veces y dijo "que ni el frío ni el calor, ni los mosquitos, ni las moscas, ni el viento, ni el sol, ni las criaturas que se arrastran se acerquen al Bendito" (Maha-vagga) Y cuando todo acabó, Muchalinda se desenroscó y tomando forma humana, puso sus manos en la frente y veneró al Buda.
En el jardín del Eden, reina una disposición diferente. Porque dios (Yavhé, en hebreo) maldice a la serpiente cuando se entera que Adán ha comido la fruta del árbol del conocimiento del bien y del mal, y dice a sus ángeles: "Mirad, el hombre se ha hecho igual a nosotros, conoce el bien y el mal, y ahora, para que adelante la mano y se acerque también al árbol de la vida y coma y viva eternamente..." por lo que lo expulsa del Jardín del Eden para que el mismo se ocupara de cultivar la tierra. Luego, Yavhé colocó un Querubín (leones-pájaros) y una espada flamígera para proteger el camino del árbol de la vida.
Por ejemplo, en el episodio de Eva y el árbol, nada se dice respecto a que la serpiente que se le apareció y le habló era una deidad con derecho propio, que había sido adorada en Levante algo así como unos siete mil años antes de la composición del libro del Génesis. En el museo del Louvre hay un jarrón fechado alrededor del 2025 a.C. que se corresponde con una manifestación sumeria tardía de este consorte de la diosa , que llevaba el nombre de Ningizzida, "Señor del árbol de la verdad". En esta pieza, se observan también dos dragones alados (leones-pájaros) y dos serpientes copulando, entrelazadas en una vara a la manera del caduceo del dios griego del conocimiento y el renacimiento, Hermes.
La sorprendente capacidad de la serpiente para mudar la piel y renovar de este modo su juventud, le ha proporcionado en todo el mundo el carácter de señor del misterio y del renacimiento, del que la luna, creciendo y menguando, mudando la piel al cambiar su sombra y creciendo nuevamente, es correspondiente simbólico en el firmamento.
De esta forma, la luna es el señor y la medida del ritmo creador de la vida en el útero y, por tanto, del tiempo, a través del cual los seres vienen y se van: señor del misterio, del nacimiento y de la muerte, que no son sino aspectos de un estado del ser.
La luna gobierna las mareas y el rocío que cae durante la noche para refrescar el césped que alimenta al ganado. Pero la serpiente, aunque habita en la tierra, también es señor de las aguas, se desliza con el movimiento de una ola, o asciende por las ramas de los árboles colgando de ellos como fruto mortal. Podría observarse que existe una clara referencia fálica, aunque como devoradora, también sugiere lo femenino. De esta forma, podría decirse que la serpiente implica una imagen dual, que opera implícitamente sobre el plano de los sentimientos. "
BIAME, EL GRAN DIOS ESPIRITU
Biame |
Dentro de los mitos de la creación, puede que el más extendido entre los pueblos nativos australianos sea el de el dios Baiame, también conocido bajo los nombres de Balame, Byamee o Biame. Este dios ancestral es conocido como El más Grande o El Creador y es el responsable de haber creado por primera vez la Tierra.Biame estableció tres tribus diferentes de seres vivos para poblar la Tierra. En primer lugar creó la tribu de los animales y habitantes del suelo; en este grupo encontramos seres de tamaños y formas diversas, desde los reptiles que se arrastran por el suelo, hasta los canguros y los koalas.En segundo lugar, creó a la tribu de los pájaros, integrada por curiosas aves de todas las dimensiones y colores.
En último lugar, dio vida a la tribu de los peces que poblaron los ríos, los lagos, las charcas y los amplios mares. En medio de estas tribus vivía una extraña criatura, llamada platypus que compartiría cualidades con cada uno de estos grupos; así, tenía piel como los animales, ponía huevos como los pájaros y nadaba como los peces.Este ser tenía amistad con las tres tribus, que pronto sintieron una gran admiración y respeto por él. Un desafortunado día las tribus empezaron a discutir sobre cuál de ellas era la mejor. La discusión se volvió tan enérgica, que la lucha estalló y los grupos se separaron. Cada una de las tres tribus invitó a platypus a que se uniera a ella; primero la de los animales, con el gran águila y finalmente los peces, con Goodoo al frente.Platypus agradeció a todos sus intereses y tras meditar unos instantes, respondió: - Animales, me gustaría unirme a vosotros, ya que tengo fur como vosotros; pájaros, pongo huevos como vosotros y como gusanos y me gustaría unirme a vuestra tribu; peces, nado como vosotros diariamente y somos grandes amigos. Es una decisión muy difícil, pero he considerado que no me uniré a ninguna como tribus separadas; sin embargo me uniré a todos vosotros como parte que sois de mí, del mismo modo que yo soy parte de todos vosotros, por lo tanto ningún grupo o tribu es mejor que otra, ni yo tampoco. Cada uno de vosotros sois especiales y únicos en vuestra existencia.Después de crear la Tierra, creó al primer hombre y a la primera mujer a partir del barro y el polvo. Antes de desaparecer, el dios indicó a la pareja aquellas plantas que podían comer, advirtiéndoles que tenían prohibido comer animales, y les dejó en un lugar muy bueno. La lluvia y el sol daban vida a las plantas, cuyo fruto servía de alimento a la pareja y a su creciente prole. Pero un día la lluvia cesó y, por vez primera, en la Tierra se supo lo que era el hambre. En un momento de desesperación, el hombre se atrevió a matar a un animal, un canguro, que compartió con su hambrienta esposa.La pareja ofreció parte del novedoso sustento a un amigo enfermo y debilitado por la falta de alimento. Sin embargo, el hombre rechazó la oferta y, advirtiéndoles de su error, se marchó. Por su parte la pareja continuó con su festín, tras lo cual siguieron las hullas tambaleantes de su pobre amigo. Le encontraron a los pies de un eucalipto al otro lado de un río de fuerte corriente.Desde la otra orilla la pareja, contemplaba a su amigo y, cuando estaba a punto de marcharse, quedó estupefacta y aterrorizada ante la visión de una figura negra, mitad humana, mitad bestia, llamado Yowee, que saltando de las ramas de aquel árbol, se abalanzó sobre el cuerpo de su inmóvil amigo.Aterrorizados el hombre y su esposa, vieron como aquella figura horrible, se llevaba a su amigo y desaparecía. De repente, una gran humareda salió del árbol, tras lo cual se escuchó un ruido desgarrador, como si el árbol se rompiese sólo y sus raíces se despegaran de la tierra. El árbol se levantó y se alejó de la pareja volando hacia el sur.
LA SERPIENTE ARCO IRIS O LA MADRE SERPIENTE
Al principio de la Tierra era un espacio vacío y llano, en cuyo interior descansaba la Gran Madre Serpiente que permaneció en un profundo sueño durante muchísimo tiempo. Repentinamente despertó y reptó por el interior de la Tierra hasta llegar a la desierta superficie. Comenzó a recorrer la Tierra y, a medida que avanzaba, tal era su poder, que provocó una gran lluvia, formándose lagos, ríos y pozos de agua. Cada sitio que visitó lo nutrió con la leche de sus pechos rebosantes, haciéndolo fértil y una frondosa vegetación creció en la Tierra antes yerma. Grandes árboles con frutos de muchos colores y formas brotaron de la tierra.La diosa introdujo su nariz en el suelo, levantando cadenas montañosas y abriendo profundos valles, mientras que otras partes las dejó lisas y desiertas. La Madre Serpiente regresó entonces a la Tierra y despertó a los animales, a los reptiles y a los pájaros que poblaron por vez primera la Tierra, y finalmente creó a los peces. Por último, según cuenta la leyenda, la diosa extrajo de las entrañas de la propia Tierra a la última de las criaturas, al ser humano.De la Madre Serpiente los seres humanos aprendieron a vivir en paz y armonía con todos las criaturas de la creación, ya que eran sus primos espirituales. Además, la diosa enseñó al hombre la vida tribal, a compartir y tomar de la Tierra solamente aquellos bienes que necesitasen, respetando y honrando a la Naturaleza.Los hombres y mujeres aprendieron a convivir como hermanos con la naturaleza y también aprendieron que cada elemento había sido colocado por la diosa en equilibrio. El ser humano entendió que su papel era el de guardián y protector de ese equilibrio y que debía transmitir este conocimiento de generación en generación. Antes de desaparecer, la Madre Serpiente advirtió que si el hombre abusaba y mataba por placer o por gula, encontraría al culpable y le castigaría.
Otra versión:
La Madre Serpiente, llamada Madre Eingana, vivía y aún vive, en el Tiempo del Sueño, de donde regresa en algunas ocasiones para crear más vida. Según esta versión, la serpiente primigenia, que carecía de vagina, se sentía torturada por su embarazo, por lo que empezó a girar y revolverse. El dios Baraya, que la vio, la pinchó cerca del ano para que pudiese dar a luz y todas las criaturas que llevaba en su vientre pudiesen nacer.
YHI, LA DIOSA CREADORA DE LOS KARRAUR
Yhi es una divinidad de primer orden, ya que es la diosa creadora. La diosa permanecía dormida en el Tiempo del Sueño, antes de la creación de nuestro mundo, en un lugar pacífico y de montañas tranquilas. Un susurro repentino, desveló a la diosa que dio un gran bostezo y abrió los ojos, inundando al mundo con nueva luz.Yhi descendió a esta nueva Tierra iluminada por su luz, recorriéndola de este a oeste y de norte a sur. A medida que la diosa caminaba, las plantas brotaban bajo sus pies y no descansó hasta que hubo recorrido cada centímetro de tierra y todo quedó cubierto por un manto verde. Cuando terminó, la diosa fue a descansar y mientras contemplaba su reciente creación, se percató de que las plantas no podían moverse en aquel momento le apeteció ver algo que pudiese agitarse graciosamente.
Con la idea de crear estas nuevas criaturas, la diosa descendió a la Tierra y tuvo que enfrentarse a unos espíritus malignos que intentaron acabar con su vida. La diosa, más poderosa y fuerte, derrotó a estos espíritus y la calidez de la diosa se mezcló con la oscuridad, surgiendo unas diminutas formas de vida que empezaron a moverse por allí. Esas formas de vida se transformaron en danzarinas mariposas, juguetonas abejas y otros insectos que comenzaron a revolotear en torno a la diosa. Pero en este mundo luminoso y vivo, aún había cuevas oscuras y heladas; sobre ellas la diosa esparció también su mágica luz y en el interior de las cuevas formó agua. Pronto vio como aparecían nuevas criaturas: peces y lagartos que se deslizaban por el agua. La diosa había derrotado definitivamente a la oscuridad y el nuevo mundo se llenó de pájaros y animales que poblaron la Tierra llenándola de vida.Cuando el mundo estuvo lleno de luz y de vida, Yhi dijo a las criaturas que ella se marchaba, bendiciéndoles con el cambio de las estaciones, y prometiéndoles que cuando muriesen se encontrarían con ella. Entonces, la diosa se transformó en un potente bola de luz y se alzó en el cielo, para desaparecer después en el horizonte. Todas las criaturas de la Tierra se asustaron porque a medida que Yhi desaparecía, la oscuridad llenaba la Tierra. Poco a poco, las criaturas fueron quedándose dormidas en la nueva oscuridad de la noche, para ir despertando lentamente ante la luz de un nuevo amanecer. Lo que pronto supieron las criaturas, es que Yhi nunca iba a abandonar totalmente su creación y que tras anochecer, volvería a aparecer por el este, día tras día.Sin embargo, la diosa tuvo que regresar una vez más a la Tierra, ya que los animales empezaron a estar descontentos con sus formas, a ser infelices y a pedir a la diosa que satisficiese sus deseos. Así, Yhi descendió sobre la superficie terrestre y preguntó a las criaturas qué necesitaban: el murciélago quería alas, la foca quería nadar... Yhi les dijo que cumpliría sus deseos, sólo por esta vez y a cada uno le concedió lo que deseaba. Así es como, de los seres ancestrales con formas bellas de la anterior creación, surgieron las extrañas criaturas de nuestra Tierra.Y creó al hombre, que rodeado de plantas y animales, vagaba por la Tierra y se sentía sólo ya que ni bestias ni vegetales se parecían a él. Una mañana la diosa se acercó a él, mientras descansaba cerca de un árbol y tenía insólitos sueños. A medida que despertaba de su profundo sueño, vio la flor del árbol brillando a la luz del sol. Atónito el hombre pudo contemplar el auténtico poder de Yhi actuando sobre el tallo de la resplandeciente flor. Repentinamente el tallo empezó a moverse y tomó aliento. De improviso, la flor mudó de forma y se convirtió en una mujer, que emergió pausadamente desde la luz. Así apareció la primera mujer de la creación.
FUENTE
http://es.geocities.com/kababelanss/arbolydiosa.htm
http://www.wilwarinart.com.ar/Mitolog%EDa.htm
Extractos de mitos y leyendas de Graciela Paula Caldeiro.
http://mitosyleyendas.idoneos.com/index.php/305234
Campbell, Joseph. Las mascaras de Dios Mitología Occidental
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sábado, 5 de febrero de 2011
DRAGONES Y DIOSES SERPIETE EN LA MITOLOGÍA DEL MUNDO
Quetzalcoatl |
La metamorfosis de Gukumatz
Un nagualista realmente poderoso no estaba confinado a una úna transformación, sino que podía tomar muchas y variadas figuras. Una de estas características se describe en los libros sagrados de los Quiches de Guatemala, en ese documento conocido como el Popol Vuh, o Libro Nacional. El párrafo hace referencia a uno de sus grandes reyes, el poderoso mago de nombre Gukumatz. Dice así::"Era en verdad un rey maravilloso. Cada siete días ascendía al cielo, y cada siete días seguía el camino a la morada de los muertos; cada siete días asumía la naturaleza de una serpiente y luego se transformaba él mismo en serpiente; cada siete días asumía la naturaleza de un águila y entonces se transformaba realmente en águila; luego asumía la de un tigre y se transformaba entonces en tigre; luego la de la sangre coagulada y era nada más que sangre coagulada.*" Podría decirse que tales pasajes refieren metafóricamente a la versatilidad de su caracter, pero aún cuando fuera así, las metáforas surgen de la creencia universal en el Nagualismo que entonces prevalecía, y no lo expresan demasiado fuerte.
* Le Popol Vuh, ou Livre Sacre des Quiches, p. 31.5 (Ed. Brassew,
Paris, 1861). En los mitos quiches, Gucumatz es el análogo del Quetzcoatl de la leyenda azteca. Ambos términos significan lo mismo, "Serpiente Emplumada"
"Leyendas antiguas de la tribu de Nyoro en África indican que los primeros humanos vinieron del cielo, parecían camaleones y fundaron la humanidad."
Fuente Desconocida
EL SERAPH DEL ANTIGUO TESTAMENTO
En el Antiguo Testamento, las referencias explícitas de nuestros antepasados los dioses serpiente han sido todas eliminadas sobre los siglos a través de un largo proceso de selección y de edición. Cuando se encuentran alusiones en las Escrituras, se interpretan simplemente como alegorías. Hay un incidente extraño relatado en el Libro de los Números referente a la Serpiente de bronce que plantea muchas interrogantes que no son o quizá nunca sean tratadas completamente por los eruditos Bíblicos.
En el segundo año del éxodo, después de haber dejado las comodidades del Monte Sinaí y haber estado luchando a través de los páramos, las tribus tenían una escaramuza con el rey de Arad en Negev y que prevaleció después de muchas dificultades.
El incidente de la Serpiente de bronce sucedió entonces:
"Partieron del Monte Hor por el camino al Mar Rojo para bordear la tierra de Edom. Pero la gente se puso intranquila durante el viaje, y el pueblo habló contra el Señor y contra Moisés. ¿Por qué nos hicieron salir de Egipto para morir en el desierto? No hay pan y agua, y tenemos que detestar este miserable alimento."
"Hemos pecado por hablar contra el Señor y contra ti. Intercede con el Señor para que quite las serpientes de nosotros."
Y Moisés intercedió por el pueblo. Entonces el Señor dijo a Moisés:
"Haz la figura de una serpiente (seraph) y ponla sobre un pedestal. Y cualquier persona que es mordida, que lo mire y se recuperará." Moisés hizo una serpiente de bronce y la puso en un pedestal; y cuando cualquier persona era mordida por una serpiente, y miraba la figura se recuperaba"
Nota del Traductor.- En la Biblia en inglés la palabra Seraph no existe y fue traducida como serpiente en la Biblia en Castellano.
Es difícil escapar a la conclusión que el significado del incidente es obviamente idolatría, una actividad estrictamente prohibida en las Escrituras. La palabra hebrea "seraph" es inusual y aparece solamente algunas veces en los libros del Antiguo Testamento.
En Isaías 14 y 30, el "Seraph" es referido como la "serpiente que vuela" y se asocia a Filistia y Negev, tierras que eran tradicionalmente el hogar de los descendientes de los Nefilim después del diluvio. La serpiente de bronce fue hecha por Moisés por órdenes de Dios y fue venerada en el santuario del templo hasta el siglo octavo AC; cuando según el Rey Ezequías, enfurecido por la adoración excesiva del ídolo, "rompió en pedazos la serpiente de bronce que Moisés había hecho".
[Comentario: El siglo 8 AC, habría incluido el año 762 AC, cuando comenzó la serie de cataclismos, acompañados de la desviación del planeta Nibiru de su posición atada sobre el eje polar del norte de la tierra. RS]
Es dudoso saber si éste era el "Seraph" original hecho por Moisés cerca del año 1,450 AC; y que sobrevivió hasta este tiempo. En cualquier caso, demuestra que la adoración a los dioses serpiente fue establecida entre los israelitas durante el período de los jueces y reyes, y sugiere que Yahvé por lo menos una vez ha sido identificado con el dios serpiente.
El término "Seraph" ha preocupado a los traductores y a comentaristas bíblicos durante años. Se traduce como "serpiente ardiente" en la versión del Rey James; sin embargo, la tendencia moderna no es traducirlo del todo sino poner la palabra hebrea según lo dado. "Seraph" no se adecua a ninguna clasificación o traducción conveniente. Lo más probable parece ser que es una palabra prestada de los cananitas que la adquirieron de su herencia Mesopotámica.
Las raíces del término quizá bien puedan ser de Mesopotamia. La "serpiente ardiente que vuela" sobre un pedestal adorada por sus características curativas representa de un modo simbólico a Enki, el dios sumerio de la curación, que fue asociado a menudo con el símbolo de la serpiente. Existe también una curiosa semejanza de la serpiente envuelta alrededor de un poste o pequeño mástil, con el Caduceo de los griegos.
En el Poema de Gilgamesh la serpiente que roba la planta mágica del héroe se llama "seru" y la semejanza de las palabras sugiere un origen común. El término también se encuentra en la mitología hindú que tiene antecedentes sumerios. Los Nagas, los misteriosos dioses serpiente que moraron en la India en días antiguos, fueron llamados "sarpa" o serpientes.
En sus estudios sobre la religión hindú, la teósofa Madame Helena Petrovna Blavatsky, afirma que los Nagas o los "sarpa" de la India son indiscutiblemente los seraphim judíos que derivan de serapi o sarpa que significa "serpiente"
Hay un pequeño documento religioso antiguo conocido que refiere no solamente a los dioses serpiente sino también secretamente a los dioses del panteón sumerio. Como tal, este himno cristiano tiene probablemente sus orígenes en un rezo sumerio. Llamado el Rezo de José, es de un grupo llamado los Papiros Mágicos, de origen griego, data del segundo siglo DA. El himno comienza con la alabanza:
"Padre de los patriarcas, padre de todas las cosas, padre de todas los poderes del cosmos, creador de todo, creador de los ángeles y los arcángeles, el creador de los nombres de la redención, Yo te invoco."
Después de algunas invocaciones más, el rezo continúa dramáticamente:
"Tú que te sientas sobre la Sagrada Montaña del Sinaí, tú que te sientas sobre el mar, tú que te sientas sobre los dioses serpiente, el dios que se sienta sobre el dios del sol."
Esta apología es interesante y pertinente por ciertas razones. Además de la referencia tácita a los Dioses serpiente, también se refiere al dios que se sienta sobre el mar. Aunque la línea está incompleta (sospechosamente todas las palabras que faltan están en lugares críticos), parece ser una referencia velada al dios del agua Enki y a su Palacio de agua o Abzu.El referido Dios Sol es probablemente Utu/Shamash justo como el dios del Monte Sinaí es Ishkur/Adad.
Así, la invocación parece ser dirigida a Enlil (Zeus), el dios predominante del panteón cananita que más adelante fue conocido como El en el Antiguo Testamento. Además, los nombres de la redención son probablemente las Tablas del Destino o los Nombres Divinos los cuales han sido comparados con los MEs Sumerios.
Los Dioses serpiente no sólo son encontrados en la historia o la mitología del antiguo Medio Este. Dragones, serpientes que vuelan, y Dioses serpiente aparecen en la mitología de los pueblos a través del mundo y por todas partes son los creadores y ancestros benevolentes del hombre. En algunas culturas aun sigue persistiendo en la memoria una raza de Dioses serpiente que fue cruel y barbárica.
DIOSES SERPIENTE EN LA CIVILIZACIÓN DEL VALLE INDO
Aratta se menciona a menudo en la literatura sumeria como tierra lejana controlada por la diosa Inanna de su ciudad tutelar de Uruk. Según el poema Enmerkar y el Señor de Aratta, situado más allá de Anshan (ahora Irán) el viaje de Aratta requirió atravesar las siete montañas y el temido río Kur.
Ha sido sugerido que Aratta puede ser igual que Harappa de la civilización perdida del valle de Indo. Harappa, junto con Mohenjo-daro, era una ciudad de los antiguos Dravidianos, la legendaria gente serpiente que precedió la ocupación ariana de la India.
En los años 20, los arqueólogos hicieron algunos descubrimientos asombrosos en el valle del río Indo. Las ruinas de dos grandes ciudades antiguas fueron excavadas, una llamada Mohenjo-daro estaban en el propio río Indo, la otra Harappa estaba en Ravi, un rama importante del valle Indo situado en el Panjab o La tierra de los cinco ríos. Como las ciudades de Mesopotamia y del valle del Nilo, fueron construidas en los llanos aluviales. Sin embargo, diferente de estas otras ciudades, Mohenjo-daro y Harappa parecen haber sido diseñadas completamente. Ambas eran idénticas en el diseño. Mientras que no se encontraron ziggurats, cada ciudad tenía un montículo de diez metros de alto, una especie de plataforma artificial.
Estas ciudades no se desarrollaron de aldeas primitivas sino fueron terminadas como ciudades dentro de un siglo o más. Fueron construidas de "escombros" como por alguna fuerza extraña. Es decir fueron construidas como colonia, probablemente por los sumerios, y probablemente por Enki, su principal ingeniero.
Las ciudades se originaron cerca del 3,500 al 3,000 AC; y luego tuvieron un final violento alrededor del año 2,000 AC; según evidencia arqueológica. Lo que ha desconcertado a los historiadores es que la gente que vivió aquí no se relaciona con los arianos que vinieron hace unos 500 o 600 años más tarde y se establecieron en el llano de Panjab y Gangetic. Como los antiguos sumerios, la gente de Mohenjo-daro y de Harappa hablaba una lengua desconocida.
Tablilla sumeria donde àparece Nibiru |
[Comentario: Asumiendo que el planeta Nibiru estaba en nuestro sistema solar cerca del año 1,600 al 700 AC; entonces su visita anterior habría sido, agregando 3,600 años a cada fecha, de 4,200 a 3,300 AC. Estas fechas son bastante cercanas a los años hipotéticos mencionados arriba para conducir a la conclusión que estas ciudades Dravidianas fueron construidas para el uso de los Nibiruanos durante su siguiente y última visita a la Tierra/Tiamat. RS]
Los artefactos encontraron aquí también se enlazan con el valle de Mesopotamia. Los sellos de estos sitios son muy similares en estilo a los sellos cilíndricos de Sumeria. De hecho, uno muestra a hombre salvaje luchando con dos bestias, muy similar al de Gilgamesh de pie estrangulando y en medio de dos leones. Estas dos ciudades son probablemente colonias sumerias que fueron establecidas después del diluvio cuando el mundo llegó a ser habitable otra vez. Ha sido sugerido por los historiadores que estas ciudades fueron el centro de la cultura Dravidiana y habitada por los Nagas, raza de hombres serpiente.
[Comentario: Si cada vez que el planeta Nibiru llega y sale de esta área de nuestra Sistema Solar, hay cataclismos planetarios o "diluvios" debido a las anormalidades gravitacionales y electromagnéticas, esto apoya la tesis que sugiere que estas dos ciudades Dravidianas fueron fundadas por y para el uso de los Nibiruanos durante su siguiente y última visita. RS]
LOS NAGAS, LA RAZA SERPIENTE DE LA ANTIGUA INDIA
El antiguo Libro de Dzyan, probablemente el más viejo de los recursos sánscritos, habla de una raza serpiente que descendió de los cielos y enseñó a la humanidad. La teósofa Madame Helena Petrovna Blavatsky pasó tres años en el Tíbet, Bhután, y Sikkim, acumulando millares de recursos sánscritos que fueron compiladas en el Libro de Dzyan. Estas fuentes se refieren a la gente antigua llamada los Nagas o Sarpa los cuáles eran seres semi-divinos con un rostro humano y cola de dragón. Blavatsky creyó que estos Sarpa son indudablemente los Seraphim del Antiguo Testamento; los Seraphim tendrían así las mismas raíces etimológicas que los Sarpa de la antigua India.
La mitología y la literatura hindú están también repletas de relaciones sexuales de dioses con la humanidad, y de la procreación de numerosos seres extraños llamados Dravidianos y Dasyus. Esta raza vivió según se informa en grandes ciudades amuralladas. Eran un pueblo bárbaro, caníbal, de piel oscura y nariz chata. Los Arianos que vinieron más adelante se establecieron sobre los restos de esta gente serpiente; son lúcidamente descritos en el Ramayana:
"Cerca de Bhogavata está ubicado el lugar donde moraba la raza serpiente, una ciudad amplia, amurallada y con barras, donde legiones de vigías mantenían la guardia. El más feroz de los jóvenes serpiente, posee dientes envenenados, y se sienta en su trono en su salón imperial es Vasuki quien los gobierna a todos."
Mucha de la evidencia que los Dravidianos, Dasyus, y los Nagas eran todos diversos nombres para esta gente se puede encontrar en grandes libros, poemas y epopeyas de la India, el Mahabharata y el Ramayana. Ambos se refieren a los primeros contactos arianos con esta gente-serpiente, los cuales algunas eran amistosas, otras hostiles, debido a la interrelación entre de los arianos con esta gente, una clase de relación de amor y odio, parece impregnarse en estos dos grandes libros.
En el Mahabharata, un grupo de "seres celestiales" llega en coche aéreo para atender el banquete de la boda de los reyes arianos:
"Los dioses vinieron en carruajes sostenidos por nubes, vinieron a ver la bella escena. Suparnas con alas, Nagas escamosos, los brillantes carruajes celestiales navegaron sobre un cielo despejado."
Los Nagas se interrelacionaron con los Arianos, produciendo reyes y héroes. Por ejemplo, en el Rig Veda hay nombres como Divodasa que indican que había cierta clase de inseminación o cruce entre Dasyus y los Arianos después del 1,500 AC.
[Comentario: Esta fecha cae en el período 1,600 - 700 AC. RS]
Diosa kailash |
La literatura hindú afirma que la gente divina había descendido y realizó experimentos biológicos con los monos. De hecho, Hanuman el Dios mono, que junto con Rama es el héroe del Poema del Ramayana, fue concebido cuando el Dios Shiva dio un pastel sagrado a Anjan, el mono. Esto es una obvia referencia a un experimento genético producido por Hanuman, el súper mono, muy reminiscente de Enkidu del Poema de Gilgamesh.
[Comentario: Según mi investigación lingüística y mitológica, el dios hindú Shiva sería el equivalente del dios Nibiruano Enki, co-creador de Adamu (Adán) y Eva. RS]
EPOPEYAS Y POEMAS HINDÚES ACERCA DE LOS DIOSES SERPIENTE
Uno de los grandes poemas de la India, el Ramayana, es la historia de Sita, la novia de un príncipe septentrional llamado Rama, que es abducido por Ravana, el Rey serpiente de Ceylon o Ceilán (antiguo nombre de Sri Lanka).
[Comentario: Mi hipótesis es que Rama es el Príncipe Utu (Apolo) y que Sita es la Duquesa Aya (Artemisa). RS]
Rama persigue al ejército de Ravana a través de la India con la ayuda de una fuerza de monos bajo el comando General mono Hanuman. Ravana se retira a su isla, el reino de Ceilán, supuestamente a salvo de la persecución. Pero Hanuman construye un puente de cantos rodados o de piedras enormes a través de los estrechos que separan la isla del continente, y Sita es rescatada por Rama.
A lo largo de toda la historia, Ravana es descrito en términos barbáricos: "él se alimenta de seres humanos" y "bebe la sangre de sus enemigos". Él es formidable en batalla y casi derrota a Rama cuando utiliza su arma especial de los Nagas, descrito como "dardo serpiente de los Nagas", que parecía paralizar a sus enemigos y quitarle sus energía y fuerza vital. Como todas las criaturas divinas y semi divinas en la mitología, Ravana tenía acceso a las armas sofisticadas.
Ravana |
Fa-Hsien, el comerciante peregrino chino, dio a conocer que la isla fue ocupada originalmente por los Nagas o deidades serpiente con quienes comerciantes de varios países practicaban un comercio.
Los Nagas nunca se mostraban a los forasteros. Ellos simplemente publicaban sus preciosas comodidades con etiquetas de precio adheridas a ellas. Los comerciantes que visitaban hacían sus compras según el precio y las llevaban lejos.
El otro gran Poema de la India es el Mahabharata, el más largo y quizás el poema épico más grande en cualquier lengua. Mucho más viejo que el Ramayana, consiste en 88,000 versos. El tema principal es la rivalidad entre dos ramas de la misma familia, los Kurus. Los Pandavas y los Kauravas luchan una guerra que culmina en la cercana destrucción de ambas ramas de la familia en la gran batalla de Kuruksetra.
Pandavas |
Significantemente, una tercera parte interviene. Enojado por el uso blasfemo de uno de su propia clase, los dioses serpiente entran en la historia. Taksaka, el rey de la gente serpiente, envía serpientes que causan la muerte de Pariksit.
La historia de esta enemistad se narra realmente como algo que sucedió en el oscuro pasado. Desde que el antiguo reino de Kurus floreció a lo largo del curso superior del Ganges (río de la India) en los siglos 14 y 13 AC; los acontecimientos pudieron haber ocurrido en los primeros días de la invasión ariana cuando había mucho contacto sexual con los Nagas.
[Comentario: Otra vez dentro del periodo 1600 - 700 AC. RS]
La historia del Mahabharata comienza con el gran sacrificio del Rey Janamejaya. Mientras que la historia es narrada por el sabio Vyasa, el hijo de Pariksit, el Rey Janamejaya realizaba una ceremonia para vengar la muerte de su padre, un sacrificio llamado "yajna". Su propósito era destruir totalmente a los Nagas, los dioses serpiente que supuestamente podían asumir formas humanas o de serpiente a voluntad.
En el ritual, el sacerdote invoca los nombres de las serpientes mientras arrojaban serpientes vivas al fuego. Astika, el hijo del rey serpiente Taksaka, interviene y aboga con Janamejaya para dejar vivo a su pariente. Estas historias de guerra y otras narrativas fueron contadas como cuentos que giraban en torno a estos sacrificios los cuáles eran de larga duración. La opinión del historiador indio D. D. Kosambi es que el "yajna" en sí mismo no era tanto un cuento de una gran guerra sino que era algo de la historia del gran sacrificio "yajna". Es decir era una ceremonia simbólica de propiciar a sus antepasados serpientes, mientras que al mismo tiempo los expelían de su herencia cultural.
En la lucha entre las dos ramas de los Kurus por controlar los llanos arriba del Ganges, hay una reflexión de las guerras de los hijos de Enlil y Enki en el área de Mesopotamia. En el poema Hindú, los Pandavas parecen ser los vencedores puesto que recuperan la mayoría de su reino que habían perdido anteriormente. Comenzado con las armas convencionales del período, tales como lanzas, espadas, arcos y flechas, la guerra se extiende con el uso de armas más sofisticadas y de gran alcance provistas por los dioses en ambos lados.
Estas armas tenían todas las características de un misil moderno y de sistemas nucleares. Por ejemplo, un lado lanza un misil que es contrarrestado por otro en el cielo. La explosión de ambos misiles causa muchas muertes en la tierra.
Después de una prolongada guerra, los Kauravas se encontraron perdidos y desesperados en los estrechos. Es entonces que deciden terminar la guerra con el uso de tácticas prohibidas. En medio de la noche, descendieron cuando los Pandavas dormían y se produjo la matanza de muchos de los guerreros. Indignados por la ruptura de las reglas de guerra y la pérdida en gran parte de su ejército, los Pandavas deciden que no tienen ninguna opción mas que utilizar la última arma, el "arma celestial" que es capaz de derrotar al resto de las armas.
El líder de los Kauravas decide descargar un arma similar, una que produzca al parecer radiactividad, porque él declara: "Dirigiré esta arma sobre el útero de las mujeres Pandava". Él predice que la línea de los Kuru se extinguirá "para que los fetos mueran". Su advertencia se hace realidad porque el uso de las armas produce esterilidad en todas las mujeres Pandava. La guerra entre los primos de Kuru finalmente termina con el cercano exterminio de ambas ramas de la familia.
DIOSES SERPIENTE O DRAGONES EN LA HISTORIA CHINA
Mientras que los Dioses serpiente se mostraban en forma de dragones en la historia y mitología china, no hay ninguna duda de que estamos hablando de serpientes aladas con piernas o de los Nagas hindúes. China eligió al dragón como el emblema nacional por razones profundas. Creyeron que el dragón celestial era el padre de la primera dinastía de emperadores divinos y consecuentemente el emblema ilustrado del dragón se miró como inspiración de beneficencia divina a la tierra de China.
Según la historia china, los dragones asiáticos estaban presentes en la creación y compartieron el mundo con la humanidad. Como la serpiente occidental, el dragón fue ligado al desarrollo del hombre; y era el dragón que le enseñó las artes esenciales tales como: hacer el fuego, tejer las redes para la pesca, y hacer música.
El dragón chino era inigualable en sabiduría y su poder de conferir bendiciones, como resultado, vino a simbolizar más que un benefactor de los hombres, el emperador quien se creía tenía sangre de dragón. Esta afinidad con el dragón es demostrada por los equipos militares imperiales: el emperador sentado en un trono de dragón, paseaba en un barco de dragón, e incluso dormía en una cama de dragón.
Según Charles Gould en su clásico trabajo sobre la mitología china, la creencia en la existencia y la amistad del dragón se teje a fondo en la vida de la antigua historia china. El Rey Vih, el más antiguo de los libros chinos, cuyos orígenes están cubiertos de misterio, describe los días cuando el hombre y el dragón vivieron juntos apaciblemente e incluso tuvieron contacto sexual, de cómo el dragón vino a representar al emperador y al trono de China, y cómo el principal dragón tenía su morada en el cielo.
En el año 212 AC; el emperador Tsin-Shi-Hwang-Ti ordenó la destrucción de todos los libros antiguos y la persecución de los hombres ilustrados por un período de cuatro años y como resultado de cuál, 460 sabios fueron enterrados vivos todos juntos. Durante esta orgía de la supresión del conocimiento antiguo, El Rey Vih, fue considerado tan sagrado que fue eximido específicamente del decreto.
[Comentario: Es intrigante, aunque es coincidentemente probablemente que la antigua biblioteca de Alejandría fue quemada alrededor de este mismo período de tiempo. Esa biblioteca, albergaba también todos los sagrados y más antiguos textos de las civilizaciones del Medio Este. RS]
En esta obra clásica, muchos de los emperadores antiguos son descritos teniendo como características al dragón, por ejemplo, Hwanti data de 2,697 AC. Del emperador Yaou del 2,356 AC. se dice que fue concebido por un padre dragón y una madre humana. El emperador Shun, data del 2,255 AC; es descrito teniendo la fisonomía de un dragón.
Emperador Shun |
LA SERPIENTE COMO BIEN Y MAL EN EL ANTIGUO EGIPTO
La dualidad de la serpiente como fuente de bien y de mal se ve en la religión egipcia probablemente debido a ciertos acontecimientos históricos singulares. En los viejos y medios reinos, es benevolente y es asociada con los dioses y la inmortalidad.
Más adelante, comenzando con el nuevo reino, en particular la 18 Dinastía, ella se convierte en una criatura siniestra y en objeto que debe ser odiado y exorcizado.
[Comentario: Si asumimos como dado que el revisionismo histórico del Dr. Immanuel Velikovsky es un hecho, entonces el reino medio terminó alrededor 1,600 AC; como resultado directo de los cataclismos que también frezaron el éxodo y la explosión de Thera/Santorini, es decir, la llegada del planeta Nibiru a esta vecindad. Así comenzó el "Milenio de los dioses", que duró hasta alrededor del año 700 AC, que es sobre la época del advenimiento de la famosa 19 Dinastía del nuevo reino, de Seti el Grande y Ramses el Grande.
Si la salida de Nibiru causó los cataclismos adicionales en ese punto en el tiempo, coincide con la campaña genocida de Sargón de Asiria, es fácil de ver cómo las reglas de la 18 y luego la 19 dinastía egipcia suspenderían la visión de "Dioses Saurianos" como benévolos y comenzara a condenarlos como siniestros. RS]
En las paredes de las tumbas de las primeras dinastías, la serpiente es representada como criatura amistosa que el rey lleva en su espalda hacia el cielo estelar. Es simbólico, un rey que es llevado por el Dios serpiente a la tierra de la inmortalidad, a la tierra de los dioses.
Alrededor de este tiempo, la serpiente fue adoptada como símbolo de realeza o divinidad y comenzó a aparecer como el áspid divino en el tocado del faraón.
Pero en el nuevo reino después de que los primeros reyes de la 18 Dinastía libraron el país de los odiados Hyksos, la serpiente adquiere un carácter malvado. Se convierte en un objeto malvado para ser exorcizado en los rituales. Llamado Apep o Apop, es la manifestación del barbárico extranjero Hyksos que invadió y ocupó Egipto por centenares de años.
Apep |
Apop era el original gobernante Hyksos, y con sus descendientes reinó desde la 14 hasta la 17 Dinastía. Muchas de los gobernantes adoptaron el nombre Apop y en particular del último Rey Hyksos para ser derrotados por Ahmose y Kamose, los fundadores de la 18 Dinastía.
Apop o Apopis |
El odio egipcio fue arraigado profundamente en la memoria del cruel gobernante de los reyes Hyksos que destruyeron sistemáticamente la cultura y los monumentos egipcios. Veremos que esta gente odiada no era ninguna otra que los descendientes de los Rephaim, descendientes de los Nefilim antediluvianos, que gobernaron las tierras del Medio Oriente después del diluvio.
DIOSES SERPIENTE EN MITOLOGÍA AMERICANA Y AFRICANA
Itzamna |
Itzamna era el dios creador, quién infundió la respiración de la vida en el hombre. Como tal, se adecúa perfectamente a la descripción del dios sumerio Enki. Eric Thompson, decano de estudios mayas, sostiene que el término "itzem" del cuál deriva el nombre del dios se debe traducir como "lagarto" o "reptil." De hecho, Itzamnal, la ciudad del dios Itzamna, significa literalmente "el lugar del lagarto". Hay también muchas formas antropomorfas del dios Itzamna donde lo representan como mitad humano y mitad serpiente.
El benevolente dios serpiente también es encontrado en la mitología mexicana en la civilización Azteca que reemplazó a los mayas. Quetzalcoatl es el emplumado Dios serpiente que trajo las ventajas de la civilización a México y enseñó la ciencia de la astronomía y las matemáticas al hombre.
[Comentario: Sitchin identifica a Quetzalcoatl con el príncipe Nibiruano Nannar, el Thoth egipcio y el Hermes griego. Este redactor también incluye una correlación con el Buda asiático. RS]
Las leyendas de Dioses serpiente también abundan a través de la mitología y la religión de África. Hasta el Dogon de Malí arriba del Volta, su dios antiguo creó el sol y la luna, y luego la tierra de un montón de arcilla, y finalmente los primeros seres primitivos que eran gemelos llamados Nummo, eran mitad humano y mitad serpiente.
Nummo |
En la tribu de Nyoro, las leyendas dicen que el dios envió la primera pareja de humanos bajo el cielo cuando él estableció el mundo. El hombre tenía una cola y produjo dos doncellas y un niño. Éste se parecía a un camaleón, el padre de la humanidad.
Otras tribus africanas también remontan a sus antepasados a gente parecidas a lagartos.
Los Kumbi, los primeros hombres que el dios creó tenían colas.
La tribu Owe-Ho describe a hombres con las colas que descendieron por una cuerda a la tierra.
Los Jagga, sus ancestros vinieron a la tierra del cielo por un hilo de una telaraña: los ancestros fueron llamados "los con cola"
[Comentario: Por supuesto, nuestros antropólogos modernos hicieron que creyéramos que nuestros cóccix son huesos residuales de nuestros antepasados parecidos a los monos. RS]Entre los mayas de América Central, el simbolismo de la serpiente era muy común. La mayoría de las serpientes representadas en su arte son emplumadas, indicando su capacidad de volar. El antiguo libro maya Chilam Balam relata que los primeros habitantes de Yucatán eran los Chanes o la "Gente serpiente", quiénes vinieron a través del mar del este conducidos por Itzamna, un Dios serpiente. Él era la deidad más importante del panteón maya; y como Dios dominante, gobierna los cielos, y es uno de los pocos dioses mayas que no es asociado a la muerte y a la destrucción.
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